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Magyar mantendrá su oferta por Talgo y obliga a Škoda y al Gobierno a librar una larga batalla

La ley de opas solo permite presentar una contraoferta mejorada, pero no admite negociar una fusión

Magyar mantendrá su oferta por Talgo y obliga a Škoda y al Gobierno a librar una larga batalla

El portavoz de Magyar Vagon, András Tombor. | Gustavo Valiente / Europa Press.

La húngara Magyar Vagon no tiene contemplado bajo ninguna circunstancia retirarse de la puja por Talgo. Fuentes del consorcio han indicado a THE OBJECTIVE que mantendrán su oferta pase lo que pase e independiente de los movimientos del Gobierno y de la checa Škoda, que esta semana planteó una integración con el fabricante de trenes. Esto obligará a los nuevos competidores a librar una guerra por la compañía española que podría extenderse meses, encallada en una maraña administrativa y en una lucha política que podría afectar la confianza inversora en España.

El pasado martes, Talgo comunicó oficialmente al regulador que había recibido una propuesta de «combinación de negocios y de integración industrial» por parte de la checa Škoda, una alternativa a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 100% de las acciones de la sociedad presentada por Magyar Vagon hace más de tres meses. Esta propuesta está patrocinada por el Gobierno, que llevaba semanas buscando una propuesta que compitiera con los húngaros, que nunca contaron con el plácet de Moncloa. Incluso se ha publicado que Criteria y Escribano estarían valorando entrar en el consorcio que busca la fusión de los dos operadores ferroviarios.

Pero la ley de opas es bastante clara e indica que siempre que ya haya una oferta pública en marcha -y presentada oficialmente- cualquier posible interesado deberá presentar una contraoferta al alza para que los accionistas de la compañía adquirida decidan cuál es la mejor para sus intereses. De hecho, el fondo británico Trilantic -principal accionista del fabricante de trenes- ha dicho que solo estudiará opciones que contemplen una opa, como la de Magyar Vagon.

Ofertas por Talgo

En el caso de los húngaros, su oferta es de cinco euros por acción y 632 millones de euros por el total del operador, mientras que Škoda no ha presentado ninguna propuesta. Por ello, Talgo pidió a los checos mayor claridad en su oferta y que la cuantificara, aunque en el sector se duda que puedan mejorar la propuesta económica, lo que hace que los accionistas desconfíen de los checos.

La normativa española solo permite presentar una opa competidora mejorada, pero no plantear una fusión con acciones que no cotizan, lo que anula cualquier posibilidad de buscar una fusión por la vía amistosa y de negociación. Esto solo sería posible si Maygar retira su oferta, lo que dejaría vía libre a la negociación de una integración y además abriría la puerta a que Škoda presente una oferta ajustada y sin presiones.

No obstante, y como ha confirmado este diario, Magyar no se retirará de la pelea en ninguno de los escenarios, incluso si Moncloa torpedea su opa dilatando -o rechazando- la autorización de la junta de inversiones extranjeras. Los húngaros presentaron la petición a finales marzo, en un proceso que solo puede durar tres meses si es que no se incluyen paradas del reloj. El Gobierno ha dilatado esta autorización solicitando más información y se estima que podría alargarla al menos hasta primeros de agosto.

Posición de Škoda

Si no se da una respuesta pasado el plazo oficial, se aplicará el principio de silencio administrativo, con lo que decaería la petición. Este diario ya ha publicado que esta solución es una de las que tiene en mente Moncloa, para evitar rechazar la opa y no enviar un mensaje negativo a los inversores internacionales. Pero, tanto como si decae la petición como si se rechaza, Magyar tiene previsto seguir adelante, recurriendo a instancias superiores si es necesario.

En cualquier caso, oficialmente en Maygar indican que no se ponen en este escenario porque siguen confiando en que dé el plácet definitivo y están dispuestos a modificar lo que sea necesario en su propuesta para tener la autorización del Ejecutivo. En el Gobierno simplemente indican que está en fase de estudio y que a su debido tiempo se dará una respuesta.

Esta situación obligaría a Škoda a presentar una oferta formal de adquisición con mejores condiciones que las de Magyar y entrar en una guerra de opas que, al menos según han indicado a la CNMV, no está entre sus planes inmediatos. Si la solicitud de los húngaros además se eterniza en los despachos de la administración, podríamos tener por delante una larga lucha con un final incierto y con muchos meses por delante.

Tren de Renfe fabricado por Talgo (Agencias).
Tren de Renfe fabricado por Talgo. | Agencias

Criteria y Escribano

Por otro lado, la información que ha trascendido indica que Criteria y Escribano (grupo cercano al Gobierno y que actualmente es dueño del 8% de Indra) han sido invitados a participar en el consorcio que se fusionaría con Talgo. Este diario ha podido confirmar que hay dudas, al menos, en el brazo inversor de la Fundación La Caixa, que no quiere financiar mayoritariamente una operación que tendría un coste de al menos 500 millones de euros.

En tanto, los números de Škoda generan dudas en el mercado. Las cuentas de su año fiscal 2023 dicen que registró unas pérdidas operativas brutas de 17 millones y unas pérdidas después de impuestos de 78 millones. En los últimos años, ha mantenido bajos niveles de rentabilidad con un flujo de caja operativo negativo de 273 millones de euros en 2022. Del mismo modo, su empresa matriz, el grupo checo PPF, es conocido por seguir un enfoque agresivo en la adquisición de empresas y posterior integración, apostando por la reducción de costes.

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