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Moncloa reactiva la entrada de la SEPI en Talgo para facilitar la llegada de un inversor

Se despeja el camino ante la posible renuncia de Maygar y los minoritarios a recurrir el veto del Gobierno a la opa

Moncloa reactiva la entrada de la SEPI en Talgo para facilitar la llegada de un inversor

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y responsable de la SEPI. | Agencias

El Gobierno ha reactivado la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entre en el capital de Talgo, si es que este movimiento ayuda a facilitar la entrada de un socio industrial. Fuentes vinculadas a estas negociaciones consultadas por THE OBJECTIVE indican que comienza a ganar fuerza -en especial en Moncloa- una fórmula mixta que dé entrada simultánea a capital público y privado que pueda asegurar la financiación de los cerca de los 600 millones que exigen los accionistas para vender su participación en el fabricante de trenes.

En Moncloa son conscientes de que la compañía necesita un inversor industrial tras rechazar la entrada de Magyar Vagon con la oferta pública de acciones (opa) por 620 millones y que contaba con el apoyo de los principales accionistas de Talgo. Pero sigue sin cerrar el apoyo de un grupo inversor que pueda garantizar la tranquilidad financiera al operador ferroviario calificado como estratégico por el propio Gobierno.

Las fuentes consultadas por este diario indican que el Ejecutivo sigue peinando el mercado para encontrar un inversor privado que garantice esta solidez financiera, lo que incluye varios fabricantes europeos que ya habían sido contactados en plena opa de los húngaros. Unos movimientos que se comenzaron a producir pocos días después de que el pasado 27 de agosto se vetara la opa de Magyar Vagon alegando razones «de seguridad nacional» por sus vínculos con el Gobierno del ultraconservador Viktor Orbán y supuestas conexiones con Rusia.

600 millones

En este contexto se ha vuelto a contactar con Skoda -como informó ABC-, el grupo checo que hace unas semanas manifestó su interés por fusionarse con Talgo, pero todavía sin tener ninguna respuesta positiva. De hecho, este diario ha constatado que todas las reuniones sostenidas hasta la fecha han sido infructuosas con todos los candidatos, lo que ha obligado al Gobierno a replantearse sus propuestas.

El principal problema que se ha encontrado Moncloa en sus negociaciones -las de ahora y las de hace unos meses, cuando intentó montar una opa alternativa a Magyar Vagon- es que nadie está dispuesto a poner sobre la mesa 600 millones de euros por Talgo. Skoda -los que más lejos llegaron- apenas ofrecieron una joint venture y la fusión de sus negocios, la peor de las soluciones para los accionistas, que hubiesen visto rebajar a la mitad su peso en la nueva compañía. Lógicamente rechazaron una propuesta que nunca llegó a concretarse formalmente.

Este diario ha podido confirmar en fuentes conocedoras de la situación que los accionistas mayoritarios de Talgo –el fondo de inversión Trilantic, Torreal (brazo inversor de la familia Abelló) y los Oriol (los fundadores)- no apoyarán ni entrarán en ninguna operación que no garantice, al menos, los 620 millones de euros que les prometió el grupo húngaro. Esto supone que cualquier oferta por debajo de los cinco euros por acción será rechazada. Actualmente la compañía está valorada en 434,6 millones en bolsa tras un desplome del 17% en las tres semanas que han seguido el veto gubernamental a la opa.

Opa de Talgo

Por otro lado, el hecho de que los húngaros tuviesen una opa en marcha y el posterior miedo a una judicialización del proceso -tras el anuncio de Magyar de recurrir la decisión hasta en los tribunales de la Unión Europea- hizo que muchos potenciales interesados declinasen la invitación del Gobierno a entrar en Talgo.

Sin embargo, en el Gobierno creen que el camino comienza a despejarse. Este diario publicó que los accionistas minoritarios han frenado su recurso contra el veto del Gobierno ya que consideran que no habría recorrido judicial. Del mismo modo, El Correo ha informado de que la propia Magyar sopesa dar carpetazo definitivo a la operación, pese a que hace tres semanas anunció una serie de acciones legales para defender sus derechos.

De confirmarse estas informaciones, se estima que en pocas semanas quedarían despejados estos riesgos judiciales, lo que podría incentivar a que Skoda u otro interesado pueda entrar en la compañía. Unos movimientos que podrían ir acompañados de la oferta de que entre la SEPI para compensar parte del coste de entrada en Talgo.

La bala de Criteria

No está definido todavía el porcentaje con el que entrar en el fabricante de trenes, pero la idea es que no sea mayoritario, sino solo un aliciente para aliviar la factura de una eventual oferta pública de acciones. En algunos sectores del Gobierno se plantea que este porcentaje nunca sea superior a una horquilla de entre el 20% o 30%, pero todo dependerá de las negociaciones con el resto de interesados en sumarse a la operación.

En el escenario ideal del Gobierno también entra Criteria como otro de los inversores que -junto con Moncloa- puedan asegurar un contrapeso español a la entrada de un socio inversor extranjero. Además, así se repartiría en tres partes el coste de la inversión, aunque desde el brazo industrial de la Fundación La Caixa no tienen entre sus prioridades meterse en Talgo, y menos aún secundar una entrada del Ejecutivo. En cualquier caso, en todos los escenarios que se manejan la entrada de la compañía sería en un porcentaje muy pequeño.

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