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Los minoritarios de Talgo esperan que la posible entrada de Sidenor anime el valor de la acción

Hoy cotiza la empresa muy por debajo de los cuatro euros. Durante la opa de los húngaros siempre estuvo por encima

Los minoritarios de Talgo esperan que la posible entrada de Sidenor anime el valor de la acción

Un tren fabricado por Talgo. | Europa Press

Los accionistas minoritarios de Talgo -que representan el 50% de la compañía española de fabricación de trenes y a unos 8.000 accionistas- esperan que una posible entrada de la compañía siderúrgica Sidenor anime el valor de la acción. Desde que se conoció a finales del pasado mes de agosto el veto del Gobierno a la opa de 620 millones de euros de los húngaros de Ganz-Mavag por la compañía española de fabricación de trenes, el valor ha caído y no ha vuelto a superar los cuatro euros por acción.

Un precio en el que se mantuvo la compañía durante todo el proceso que duró la oferta húngara. Además, los húngaros ofrecieron cinco euros por cada acción. Los grandes accionistas querían que la oferta fuese aceptada por el Ejecutivo (era el único escollo). En cambio, los minoritarios -durante aquellas fechas- se inclinaban por una contraopa para que el valor de esta aumentase aún más. De momento, la oferta húngara, y a la espera de algún movimiento desde Polonia, parece ser la única por el cien por cien del capital que se va a presentar cuando se cumple, este mes de noviembre, un año desde que se conocieron las intenciones de Ganz-Mavag.

El 15 de noviembre de 2023, un día antes de que Talgo enviase un comunicado reconociendo el potencial interés de un comprador de Hungría sobre la totalidad de sus acciones (a un precio de cinco euros por acción), la empresa cotizaba a 3,92 euros. El día siguiente, la acción se disparó a los 4,38 euros. A principios de febrero de 2024 llegó incluso a cotizar a 4,78 euros, su punto más alto desde enero de 2022, cuando alcanzó los 5,45 euros. Fuentes conocedoras aseguran a este periódico que Sidenor «va en serio», pero que «va a ofrecer una cantidad muy por debajo de los cinco euros presentados por los húngaros».

La empresa que preside Carlos de Palacio y de Oriol cuenta con el siguiente accionariado en Talgo: el 40% de las acciones son del fondo de Luxemburgo, Pegaso Transportation SCA (que es el vehículo inversor que usa de forma indirecta el fondo Trilantic en la compañía ferroviaria y donde participa también la histórica familia de la empresa, los Oriol, y el empresario Juan Abelló). El segundo máximo accionista es la compañía familiar Torrblas, con el 5%, y por último la cúpula directiva, que acumula un 2,4%. El resto, el 52,5% de las acciones, son free float, formado por particulares o pequeños grupos inversores.

El recurso al veto en el aire

La asociación que reagrupa a los minoritarios de Talgo anunció tras el veto del Ejecutivo a la operación con los húngaros que acudirían a los tribunales «para defenderse de la injerencia del Gobierno». Sin embargo, esta decisión quedó en ‘stand by’. «El recurso está parado. Se está viendo si se producen movimientos del fondo y de la compañía, o incluso del Gobierno con nuevos posibles compradores», aseguraron a THE OBJECTIVE fuentes conocedoras sobre el recurso de los minoritarios.

Un escenario parecido ocurrió con el propio consorcio húngaro, Ganz-Mavag, que ha mostrado en las últimas semanas sus dudas por presentar un recurso. Fuentes de la compañía aseguran que sus equipos jurídicos están estudiando estrategias «por si merece la pena», porque «nadie quiere perder un recurso». Mientras tanto, el tiempo -que está limitado a dos meses- se va descontando y ya quedan apenas tres o cuatro días.

La empresa siderúrgica no está sola en esta operación. Le acompaña también el Gobierno Vasco (a través del fondo Finkatuz) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). No obstante, entre todos ellos se busca lograr como máximo el 29,9% del capital. Las razones son dos: se sortea una opa (que supondría una oferta por el cien por cien del capital) y se evita incurrir en una acción concertada. Es decir, si las tres empresas decidiesen comprar paquetes de acciones por separado, pero superan el umbral del 30%, les sería obligatorio lanzar una oferta de compra por todo el capital.

Por último, fuentes financieras argumentan la causa por la que no se van a alcanzar los cinco euros por acción. «La razón por la que no se va a llegar a la oferta de los cinco euros de los húngaros se debe a que la compañía no ha alcanzado este valor en los últimos años (de hecho, habría que remontarse a principios del año 2022)». Incluso, remarcan las mismas fuentes, «durante el periodo en el que Ganz-Mavag ofreció cinco euros, tampoco se logró igualar ese valor (su máxima cotización fue 4,78 euros por acción en febrero de 2024)».

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