Renfe contrata a una empresa privada para sacar el tren varado entre Atocha y Chamartín
El convoy descarriló el pasado 19 de octubre y lleva más de un mes varado en el túnel que conecta las dos estaciones
Ha pasado más de un mes desde el descarrilamiento de un tren en el túnel que une la estación de Atocha con Chamartín (Madrid). Y todavía sigue allí. Ante la complejidad para retirar el convoy de las vías, Renfe ha decidido recurrir a una empresa privada especializada para llevar a cabo la extracción, según ha adelantado Vozpópuli y confirman fuentes de la empresa pública a THE OBJECTIVE.
Hace unos días, Raúl Blanco, presidente de Renfe, declaró que las labores de retirada del tren se estaban llevando a cabo durante la noche con el objetivo de minimizar el impacto en el tráfico ferroviario. Ahora, la empresa privada designada se encargará de colaborar en dichas tareas. «En concreto, la empresa gestionará y reaprovechará residuos metálicos como apoyo a las labores de Renfe y Adif, quienes coordinan la operación desde el inicio de los trabajos», explicaron desde Renfe.
Uno de los principales desafíos para mover el tren radica en su ubicación. Cabe recordar que se encuentra entre las estaciones de Atocha y Chamartín, conectadas por un único túnel con dos accesos a la superficie. La «zona cero» está ubicada a varios kilómetros de Chamartín, más cerca de Atocha, específicamente bajo el Jardín Botánico de Madrid.
A las dificultades técnicas para la extracción se sumaron las consecuencias de la DANA que afectó a Valencia pocos días después del accidente, retrasando las labores, ya que las prioridades se centraron en restablecer el servicio ferroviario en esa región.
Una de las alternativas más viables para retirar el tren sería desmantelarlo en partes y utilizar remolques, similares a los empleados en minería, para transportar los restos a través de las vías hacia la superficie.
La
Tren remolcado
El incidente ocurrió el 19 de octubre, cuando un tren remolcador transportaba una unidad averiada hacia las instalaciones de Renfe en Fuencarral para su reparación. Este convoy, que había sufrido una avería en La Sagra (Toledo), pasó por Atocha y se dirigió hacia Chamartín, pero no logró superar una pendiente pronunciada. Durante una maniobra para intentar ascender, el tren averiado se desacopló del remolcador por causas desconocidas y descendió hacia Atocha a gran velocidad, que pudo superar los 100 km/h.
Finalmente, el tren descarriló en la zona del Jardín Botánico. A bordo se encontraban dos mecánicos, quienes milagrosamente salieron ilesos tras el accidente. El hecho de que el accidente sucediera en un tramo entre dos de las estaciones más concurridas de España complicó aún más la situación. Atocha y Chamartín son puntos clave de conexión para numerosas líneas utilizadas diariamente por miles de pasajeros.
Óscar Gómez Barbero, director general de Negocios y Operaciones de Renfe, señaló que el incidente afectó inicialmente a 3.200 personas el día del descarrilamiento, cifra que aumentó a 13.700 al día siguiente. Esto se debió a que la mitad de los trenes programados para ese día fueron cancelados, mientras que otros 26 modificaron horarios y recorridos, finalizando sus trayectos en Atocha en lugar de Chamartín.