Óscar Puente esquiva sus responsabilidades el día de las riadas
El ministro de Transportes puso toda su energía en detallar los daños y presionar para arreglarlos
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha sabido esquivar su responsabilidad sobre el día cero de las inundaciones en Valencia. Una suerte que no han tenido otros cargos políticos, como la exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Puente llegó tarde, como los dos mencionados, el pasado martes 29 de octubre, pero supo medir los tiempos y puso toda su energía desde el primer momento en detallar los enormes daños para ponerse a arreglarlos. Un movimiento que hizo olvidar a la opinión pública la falta de medidas de su ministerio para evitar poner en riesgo a miles de personas durante las riadas.
Con el paso de los días, Puente publicó sin parar mensajes técnicos y didácticos que convirtieron su cuenta de ‘X’ en útil para seguir lo que ocurría tras la inundación, mientras el resto de políticos y organismos se enfrentaban entre ellos por saber quién era más responsable de la tragedia. Pero las vías de tren y las autovías son competencia del Ministerio de Transportes, y aquel martes no se tomaron medidas pese a la alerta roja decretada esa misma mañana a primera hora por las fuertes lluvias torrenciales que había anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Por poner un ejemplo, los trenes AVE siguieron saliendo desde Chamartín a Valencia durante toda la tarde sin que nadie parase la circulación por mal tiempo. Y, en concreto, un tren que salió a las 16 horas de Madrid quedó atascado hacia las 18 horas justo antes de acceder al túnel de Torrente (muy próximo a Valencia). El convoy tuvo que pasar buena parte de la tarde-noche en la estación de Utiel-Requena, otra de las zonas más afectadas, hasta que finalmente consiguió retroceder para llegar a Madrid a medianoche. El panorama descrito por los pasajeros es «dantesco». A media tarde, el lodo, los troncos y el agua se divisaban a ambos lados de los vagones, que quedaron a salvo gracias a que las vías del AVE están construidas sobre un montículo.
Por otro lado, la autovía A-3, también dependiente de Puente, quedó a esas horas completamente colapsada, llena de camiones y automóviles con miles de personas que tuvieron que pasar la noche «encima del techo» para evitar el agua. Tampoco se cortó la circulación aquella tarde para evitar exponer a los ciudadanos a un riesgo innecesario.
Nadie tomó ninguna decisión para frenar la circulación de trenes y vehículos entre Madrid y Valencia aquel mediodía. ¿Dónde estaba el ministro ese día? En ese momento, según publicó el ministerio en redes sociales, se encontraba participando en un viaje oficial a la India junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Industria, Jordi Hereu.
La respuesta tardía del Ministerio
El ministro publicó este mensaje sobre las 18 horas de aquel día relacionado con el caos ferroviario: «Desde las 17.45 se suspende la circulación entre Siete Aguas y Chiva por inundación del túnel de Torrent. Por inundación del túnel de Torrent no efectuarán salida ningún tren de Alta Velocidad que inicie en Valencia Joaquín Sorolla. Afectados trenes de alta velocidad: AVE Gijón (11.09)-Castelló (18.36) detenido en Siete Aguas desde las 17.31. AVE Valencia Joaquín Sorolla (17.42)-Burgos (21.29) sin salida. AVE Madrid Chamartín (16.30)-Valencia Joaquín Sorolla (18.24) detenido en bifurcación de Albacete desde las 17.54».
Unos minutos después, el ministro volvió a publicar lo siguiente: «Ante la situación meteorológica existente en la Comunidad Valenciana y los efectos que la DANA han producido en muchos puntos de la red ferroviaria en esta comunidad, Adif ha decidido la suspensión del tráfico ferroviario de la línea de alta velocidad que une Madrid y Valencia. Se suspenden por razones de seguridad y ante la situación meteorológica adversa los trenes con origen o destino Valencia Joaquín Sorolla hasta que la situación de la red se normalice».
Entre las siete y ocho de la tarde, el ministro escribió un nuevo mensaje en ‘X’: «La situación meteorológica está causando serios problemas en la Comunidad Valenciana. Un camión ha caído de un paso superior a la vía entre Burriana y Nules. El Corredor Mediterráneo entre Castellón y Sagunto queda cortado (…) En la A7 a la altura de Chiva y la A3 a la altura de Moixent, están también cortadas».
A partir de entonces, el ministro Puente comenzó a publicar diariamente informaciones sobre la situación, con reuniones con su equipo e imágenes que mostraban los grandes destrozos que las inundaciones habían causado en las infraestructuras ferroviarias y viales del país y que provocaron el estupor de los usuarios. Pronto llegaron los mensajes positivos, y el ministro comenzó a subrayar los avances de las obras con mensajes que apelaban a la emoción, como el del 30 de octubre: «Lo más importante es la pérdida de vidas humanas. En materia de infraestructuras, los daños son muy importantes, pero esos tienen solución. Y los arreglaremos». Además, montó una rueda de prensa en su ministerio para hacer balance de los daños.
Con el paso de los días, el foco de la opinión pública se centró en tratar de dirimir responsabilidades y saber qué hacían los responsables en aquellas horas: el presidente regional, Carlos Mazón, estaba en una comida que se alargó hasta las 18 horas; Teresa Ribera estaba en Bruselas porque su futuro político estaba en juego, y Pedro Sánchez en la India de viaje oficial. Sin embargo, nadie preguntó por la responsabilidad del ministro de Transportes, que no cortó a tiempo las vías de comunicaciones pero que después se ha llevado el aplauso generalizado de la sociedad por los avances en los esfuerzos de normalización y reconstrucción, lo que llevó a algún medio a calificarlo de «héroe con casco».