Puente gana la batalla al PSC y coloca a un afín tras apartar a Raül Blanco de Renfe
El Ministro de Transportes sigue ejecutando su plan para colocar a fieles en todas las empresas públicas de su cartera
Óscar Puente ha apartado a Raül Blanco de la presidencia de Renfe después de más de un año de disputas en el seno de la empresa pública y enfrentado al potente lobby del Partido Socialista de Cataluña (PSC), que actualmente tiene una de las mayores representaciones institucionales dentro del Gobierno de Pedro Sánchez. Las fuentes cercanas al Ministerio de Transportes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el movimiento era esperado desde hace meses, pero que no se había ejecutado porque el exalcalde de Valladolid no había logrado hasta ahora el plácet de Moncloa.
La versión oficial que ha transmitido Renfe a los medios de comunicación es que la salida se ha producido por «motivos personales» y con efectos el próximo martes, 14 de enero. Una dimisión «de mutuo acuerdo con el Ministerio de Transportes» y que «tiene como prioridad centrarse en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado». Sin embargo, las fuentes consultadas por este diario indican que la marcha de Blanco se ha producido tras varios meses de disputa soterrada con el ministro de la cartera, Óscar Puente, y que -después de varias semanas de negociaciones- se ha acordado una salida pactada.
Se entiende que Blanco fichará por alguna empresa privada después de toda una vida profesional dedicada al sector público, y según ha sabido este periódico, es posible que se haya retrasado la comunicación oficial de su salida hasta que el presidente de Renfe cerrara su próximo destino. De esta manera, nadie duda dentro del ministerio de Transportes que el directivo informará sobre su nuevo trabajo antes de que finalice este mes.
Histórico del PSC
El 21 de febrero de 2023, la entonces ministra de Transportes, Raquel Sánchez, designó a Raül Blanco como presidente de Renfe y en noviembre de 2023, Óscar Puente asumió la cartera, como una de las novedades del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, ya en su tercer mandato. «Desde que llegó, uno de sus objetivos era apartar a Blanco, ya que nunca fue de su confianza», dicen las fuentes consultadas por este diario respecto de la relación del ministro con el directivo de la empresa pública.
Pero Óscar Puente prefirió esperar y dar tiempo para valorar su trabajo al frente de Renfe, casi al mismo tiempo que comenzó su guerra contra Ouigo y la liberalización ferroviaria. Este diario ya explicó que durante muchos meses se toleraron y, aunque Blanco nunca estuvo de acuerdo con la estrategia de acoso y derribo del ministro a los franceses, prefirió mantenerse al margen e intentar mejorar los parámetros operativos de la empresa pública. La convivencia nunca fue óptima y desde hace meses el Ministro de Transportes intenta apartarle, pero hasta diciembre no logró los apoyos de Moncloa para ejecutar su salida.
No fue fácil. Raül Blanco es un histórico del Partido Socialista de Cataluña (PSC) y hasta la fecha tenía una carrera ascendente en el aparato público. Fue director de Desarrollo Económico y Empleo en el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, gerente de Estrategia Industrial en la Dirección General de Industria de la Generalitat de Catalunya y jefe del Servicio de Estudios y Publicaciones del CIDEM, Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat de Catalunya.
Cambios de Puente
Al llegar a la Moncloa, Sánchez le nombró secretario general de Industria y sonó para sustituir a Reyes Maroto como ministro de esta cartera, pero salió de la administración en diciembre de 2022 para volver dos meses después al ser designado en Renfe, la empresa pública dependiente del Estado más importante y en un claro guiño a los socialistas catalanes. Su salida no ha sentado nada bien en Barcelona y en el partido dirigido por Salvador Illa. De hecho, desde la formación se ha transmitido el descontento con la decisión al considerar que se han perjudicado sus intereses.
Estas mismas fuentes indican que la salida de Blanco es una muestra de lo fuerte que se ha hecho Óscar Puente dentro del Gobierno y del control total que tiene de todos los resortes del Ministerio de Transportes y de sus empresas dependientes. Desde hace un año, el ministro ha emprendido una carrera para situar a fieles en compañías clave como Adif, Renfe, Puertos del Estado, Ineco y Enaire, y poco a poco lo ha ido consiguiendo. En septiembre, forzó la salida de Ángel Contreras en Adif y colocó a Luis Pedro Marco de la Peña, afín al PNV; y ahora ha apartado a Blanco para colocar a otro fiel, en este caso Álvaro Fernández.
Álvaro Fernández es una de las personas de más confianza de Óscar Puente y uno de los expertos que más escucha entre sus asesores de movilidad. Fue director de Autobuses Urbanos de Valladolid (Auvasa) entre 2019 y 2023 -cuando el ministro era alcalde de la ciudad- y posteriormente fue concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid y consejero de la EMT de Madrid desde junio de 2023 hasta marzo de 2024, hasta que Puente le designó como secretario general de Movilidad Sostenible dentro del Ministerio de Transportes.