Puente pierde dos batallas aéreas en dos meses contra Maurici Lucena y Bustinduy
Nervios en Transportes y en Aena, cuyo presidente pierde el respaldo del sector y de sus principales clientes

Ilustración de Alejandra Svriz.
Hay nervios en la empresa pública de gestión de aeropuertos, Aena, y también en el Ministerio de Transportes. El ministro Óscar Puente ha demostrado debilidad y falta de control en el sector aéreo con respecto al ferroviario. En solo dos meses ha perdido dos batallas contra el presidente de Aena, Maurici Lucena, y el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, con respecto a las aerolíneas.
La primera derrota tuvo lugar a finales del pasado noviembre, tras la multa de 179 millones de euros que le impuso el ministro Bustinduy (perteneciente a Sumar) a las aerolíneas low cost por «sobrecostes por el equipaje de mano». Transportes presionó para evitarlo, pero a Consumo no le tembló el pulso y mantuvo la sanción. El ala socialista del Gobierno -contraria a la multa- cedió con el fin de evitar un choque dentro de la coalición.
La segunda derrota ha llegado hace escasas semanas, después de que el presidente de Aena le ganase el pulso a Puente con su plan para redirigir el tráfico aéreo solo a grandes aeropuertos (donde está facturación importante para la empresa pública) frente a la idea del ministerio de potenciar los aeropuertos regionales. De esta forma, la empresa pública ha rechazado las propuestas de las aerolíneas de reducir las tasas aeroportuarias en aquellos lugares donde hay menos demanda para incentivar los trayectos.
Lucena ha conocido este fin de semana, a través del relevo en la presidencia de Telefónica, que el hecho de dirigir una empresa pública cotizada no evita una destitución. El pasado lunes, durante un evento sobre el turismo en un hotel de Madrid, se escenificó el bajo respaldo con el que cuenta dentro del sector. Frente a centenares de empresarios, el CEO de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, le apremió a mejorar como si de un profesor a un alumno se tratara, lo que desató las risas de los presentes.
La debilidad de Puente en el sector aéreo se acentúa si se compara con el sector ferroviario, también regulado por el Gobierno. Allí, la crítica que hacen los operadores no gubernamentales -Ouigo e Iryo- por los cánones se dirige principalmente hacia el Ministerio de Transportes, a pesar de que ADIF (gestor de la vía ferroviaria en España) es quien tiene las competencias. Por otro lado, en tan solo un cuatrimestre Puente destituyó a los presidentes de las dos principales empresas ferroviarias (ADIF y Renfe).
Los rumores sobre una posible destitución de Lucena aumentan, pero el presidente de Aena, de la cuota del PSC (Partido Socialista de Cataluña), no lo pondrá fácil. Lleva desde el año 2018 al frente de la empresa pública y ha sobrevivido a tres ministros de Transporte distintos. Recientemente, la compañía ha sacado músculo exhibiendo su récord de transporte de viajeros, acompañado de una notable cotización en bolsa. Además, previsiblemente publicará unos resultados financieros positivos. Unos datos que, sin embargo, pueden no ser suficientes si no se cuenta con el apoyo del sector, sus principales clientes, que pueden desviar rutas a países vecinos.
Nervios en Aena
El presidente de Aena está nervioso. Prueba de ello fue el mensaje discreto que dirigió el pasado lunes a su equipo tras hablar con la prensa: «Se ha entendido el mensaje, ¿no?». Uno de los argumentos que repitió Lucena es que una aerolínea no podía decirle al gestor qué política tarifaria mantener. Frente a eso, hay una realidad que pesa sobre él y que asume gran parte del sector: «Los aeropuertos regionales están vacíos».
Hay más muestras de nerviosismo. Lucena mantuvo un rostro serio y estuvo desafiante y atropellado en los argumentos, usando frases como «déjame hablar, que es mi turno», durante su debate con el CEO de Ryanair en España, Eddie Wilson, que se mostró contundente pero que guardó mejor las formas.
El presidente de Aena evitó hablar del ministro de Transportes excepto en el momento más tenso de la jornada. Al responder a las críticas del CEO de Ryanair contra las altas tasas aeroportuarias, Lucena aseguró: «Eddie, tú has citado al ministro de Transportes y yo te querría de verdad decir que no cuesta nada recuperar las buenas formas, el decoro y la cortesía porque el problema que tenéis es que yo os he visto crecer y sois los que tenéis mayor cuota de mercado y eso, en mi opinión, exige no decir cosas que muy a menudo no son verdad».