La CNMC avisa a Puente: «No se ha avanzado en la liberalización del transporte en autobús»
El regulador advierte de que el diseño de los pliegos no ha mejorado y muchas concesiones siguen caducadas

El ministro de Transportes, Óscar Puente | Agencias
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado un duro varapalo al Ministerio de Transportes dirigido por Óscar Puente. El regulador ha advertido este martes que dos años y medio después de publicar sus recomendaciones para liberalizar el transporte en autobús interurbano los avances han sido nulos. Según ha indicado en su informe de evaluación de impacto, desde junio de 2022 “no se han dado pasos hacia la liberalización, el diseño de los pliegos no ha mejorado y muchas concesiones siguen caducadas”.
La CNMC parte del análisis inicial de que el autobús es el medio de transporte regular colectivo más utilizado en España y juega un papel clave en la cohesión territorial y social. De esta manera, en nuestro país -y a diferencia de otros países europeos (como Alemania, Italia, Francia o Portugal, con competencia en media y larga distancia)- el sector sigue operando bajo un sistema concesional.
Es así como las empresas privadas de autobuses prestan el servicio en régimen de monopolio tras la obtención de una concesión administrativa que les otorga la explotación en exclusiva de unas determinadas rutas. Se trata, en definitiva, dice el regulador “de un enfoque de competencia “por el mercado”, en el que las empresas compiten ex ante, en concursos públicos convocados por el Estado o por las Comunidades Autónomas (en función del transcurso de las rutas)”.
Licitaciones caducadas
Es así como en su estudio de 2022, la CNMC identificó restricciones a la competencia en el diseño de las licitaciones, la gestión de las concesiones y el propio sistema concesional y propuso, entre otros aspectos: licitar las concesiones caducadas y reducir ineficiencias, liberalizar las rutas de más de 100 kilómetros y revisar los pliegos de licitación para fomentar la competencia.
Es así como en la evaluación ex post, se ha constatado que el Estado y las Comunidades Autónomas tienen todavía un amplio margen para implementar las recomendaciones de la CNMC. “Desde la publicación del estudio en junio de 2022, no se han producido cambios efectivos hacia la liberalización y muchas concesiones siguen caducadas. Además, las nuevas licitaciones siguen con problemas similares a los identificados, como la falta de división en lotes o requisitos excesivos de solvencia técnica y económica, indica el regulador.
Según la experiencia de otros países europeos, dicen, aplicar las recomendaciones de la CNMC tendría efectos positivos importantes para los usuarios y las administraciones públicas. Así, la liberalización de rutas de más de 100 kilómetros conllevaría un aumento de la oferta de rutas y frecuencias, y una reducción de costes; y la licitación de las concesiones que aún están caducadas o anuladas, y un mejor diseño de los pliegos de licitación, tendría un efecto relevante sobre la oferta y demanda del servicio, y sobre los precios.
Transporte en autobús
Además de estos efectos sobre el mercado específico del transporte en autobús, el regulador cree que las recomendaciones podrían impulsar la economía en general, con efectos positivos en sectores como la fabricación de autobuses, industrias auxiliares, sector de hidrocarburos y de baterías recargables, otros sectores de transporte o sector turístico.
En esta línea, FlixBus (compañía que lleva meses intentando que se aumente la competencia) considera que abrir el mercado sería una solución mejor para promover una mayor conectividad y mejores precios. Pero también que, si no se quiere transformar, al menos es conveniente dar pasos para mejorarlo, cumpliendo también con el Reglamento Europeo 1073/09.
El uso del cabotaje
El cabotaje, el uso limitado de rutas transfronterizas para aprovechar plazas vacías en autobuses internacionales para atender rutas domésticas, “no significa liberalizar ni desmantelar el modelo actual”, dicen. Permitiría que los centenares de autobuses internacionales mejoren la conectividad de los ciudadanos, especialmente en zonas cercanas a las fronteras, posibilitando la recogida y bajada de pasajeros entre ciudades españolas. “Esto supondría una mejora inmediata en el número de frecuencias y rutas y podría ayudar a reducir los precios en ciertas conexiones, aunque sin alcanzar los niveles de una apertura completa del mercado”, concluyen.
Países como Bélgica, Países Bajos o Dinamarca tienen modelos concesionales similares al español y permiten desde hace años esto mismo. Por todo ello, “FlixBus confía en que la enmienda presentada por varios partidos en el Congreso para avanzar en esta dirección sea aprobada. Nos ponemos a disposición de cualquier medio u organización para aclarar los datos necesarios y colaborar en la implementación de esta medida, que podría frenar la pérdida de pasajeros en el sector, que ha pasado de 45 millones en 2009 a 28 millones en 2023, a pesar de las subvenciones”.