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Transporte

El Gobierno presiona a Trilantic para que acepte la oferta mejorada de Sidenor por Talgo

El fondo de inversión negocia para que el grupo vasco mejore su oferta y reduzca el porcentaje variable de su propuesta

El Gobierno presiona a Trilantic para que acepte la oferta mejorada de Sidenor por Talgo

Pedro Sánchez, María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Sara Aagesen. | (Jesús Hellín / Europa Press)

Se juegan los minutos de descuento en la guerra por Talgo y el Gobierno pasa al ataque. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, miembros del Ejecutivo han mantenido contactos con Trilantic y su entorno para convencerles de las bondades de la oferta del dueño de Sidenor, pese a que es inferior a los cinco euros que pide el fondo. Las presiones del Ejecutivo se incrementaron este jueves, tras la presentación formal de la propuesta. El mensaje transmitido señala que es fundamental para los intereses de España que el fabricante ferroviario se quede en manos locales.

Para el Gobierno los tiempos son claves, ya que si Trilantic retrasa su respuesta, podría dar pie a que la polaca Pesa y la india Jupiter Wagon pongan sobre la mesa sus ofertas, lo que retrasaría el proceso de venta al menos seis meses. A Sidenor tampoco le conviene que se dilate el proceso, ya que una guerra de pujas podría llevar a que la acción de Talgo se dispare. En noviembre, cuando presentaron su primera propuesta, la cotización estaba en 3,34 euros, el miércoles cerró en 3,96 y el jueves estuvo cerca de los 4,15. La subida del valor es inversamente proporcional al atractivo del plan de Sidenor.

La idea del Ministerio de Transportes -y sus presiones se centran en ello- es que el fondo de inversión responda en los próximos días (a más tardar la próxima semana), lo que daría carpetazo definitivo a un proceso que lleva atascado más de un año y que permitiría comenzar a trabajar sobre el plan de futuro de una operadora consideraba clave y estratégica por Moncloa para apuntalar su plan de crear un gran gigante ferroviario con Renfe y Adif.

Trilantic y Talgo

Pero a Trilantic no le interesa que el proceso sea rápido. Siempre han dicho que no tienen ninguna prisa por vender Talgo y están dispuestos a jugar todas sus cartas para obtener la máxima plusvalía posible. Tienen dos ofertas (que no se han presentado formalmente) bajo la manga y creen que es posible obtener más de cinco euros por acción con cualquiera de ellas. De momento, ya han respondido con un escueto y diplomático «analizaremos la propuesta, pero todavía no hemos decidido nada».

En el horizonte siguen los 185 millones que ofrecieron los húngaros de Magyar Vagon, una cifra de la que todavía están lejos los 153 millones fijos y los 24 en variables del consorcio liderado por la patrimonial del dueño de Sidenor, José Antonio Jainaga; el fondo público vasco, Finkatuz; y las fundaciones bancarias BBK y Vital. Si solo consideramos el fijo, tenemos apenas cinco millones más que la oferta de noviembre por Talgo y treinta por debajo de las pretensiones de Trilantic. En el caso del variable, no están de acuerdo ni en el monto (demasiado elevado), ni en las condiciones (magnitudes financieras futuras difíciles de controlar) ni en la fecha de pago, después del año 2029.

Pero hay margen. O eso cree Trilantic y el mercado. Mientras se mantenga vivo el interés de Pesa y de Jupiter, pueden usarlas como elementos disuasorios y tener más margen para negociar. La clave está en saber hasta qué punto está dispuesto a ceder el consorcio del dueño de Sidenor y los fondos vascos, porque lo que sí es seguro es que los actuales dueños del 29% de Talgo quieren que la oferta sea más elevada, o que el porcentaje fijo sea el máximo posible.

Las opciones de la SEPI

En cualquier caso, las fuentes consultadas por este diario indican que el margen de subir estos 177 millones es casi inexistente, por lo que -si Trilantic se decide a vender a Sidenor- todo se jugará en este porcentaje fijo. En el fondo de origen luxemburgués tampoco ha sentado demasiado bien que el variable se establezca sobre la base de objetivos de crecimiento de los años 2o27 y 2028, y no solo porque el cobro se materialice en 2029, a cuatro años vista, sino porque consideran que no hay ninguna forma de asegurarse que estos parámetros se cumplan una vez que dejen el accionariado de Talgo.

¿Y qué pasa si fallan las presiones del Gobierno y Trilantic no llega a un acuerdo con Sidenor? El Gobierno tendrá que activar su plan de contingencia, que consiste en la entrada acelerada de la SEPI en el capital, aportando el dinero suficiente para que el fondo dé el plácet a la venta. Es una operación algo más compleja que la propuesta presentada el miércoles, ya que habría que incorporar al Estado a este consorcio, lo que además abriría la puerta a que se pueda hacer una opa por la compañía, algo que Sidenor descartó tajantemente este jueves.

En este caso, la inversión estatal estaría entre los 50 a 100 millones de euros, un montante que para la SEPI y para el Ministerio de Hacienda no significa un gran desembolso. Sería una operación rápida, ya que la línea roja que el Gobierno no quiere cruzar es la presentación de ofertas por parte de las empresas extranjeras interesadas. La intención del Ejecutivo es que el núcleo de control de Talgo sea español, por lo que ante una propuesta de la polaca Pesa o la india Jupiter tendría que activar el escudo antiopas, algo que alargaría todo el proceso en al menos otros seis meses. Y todo con el consiguiente coste de exponer el Ejecutivo al escrutinio de los inversores extranjeros.

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