Bruselas da la espalda a Puente en su guerra por abrir el mercado francés a Renfe
La postura de la Comisión Europea pone contra las cuerdas el macroinforme que se prepara contra Ouigo

El ministro de Transportes, Óscar Puente. | Europa Press
La Comisión Europea zanja la guerra que comenzó el ministro de Transportes, Óscar Puente, hace un año cuando acusó a Francia de «falta de reciprocidad» por obstaculizar la entrada de Renfe en su mercado mientras el Gobierno facilita la de Ouigo (la operadora francesa) en nuestro país. Una lucha que incluyó Renfe en un macroinforme que lleva tiempo preparando contra esta operadora por «competencia desleal». La anunció el ministro hace casi un año y ahora se debilita tras conocerse la postura de Bruselas.
El comisario de Sostenibilidad, Transporte y Turismo de la Comisión, Apostolos Tzitzikostas, defendió el pasado jueves los argumentos de los franceses y subrayó que Renfe ya opera en el país galo. «A pesar de las considerables dificultades, Renfe y Trenitalia, los operadores ferroviarios nacionales de España e Italia han ampliado sus servicios transfronterizos a Francia y sus servicios en el país. Hay nuevos operadores adicionales que se están preparando para acceder al mercado ferroviario francés».
El comisario, también en nombre de la Comisión Europea, da 15 años de margen a Francia para completar su liberalización ferroviaria. «El cuarto paquete ferroviario contempla la apertura del mercado para todos los servicios ferroviarios, la interoperabilidad técnica para facilitar el tráfico transfronterizo y la industrialización de los productos ferroviarios. Los obstáculos técnicos representan una barrera considerable para la circulación eficiente de los trenes a través de las fronteras. Los Estados miembros deben eliminar estos obstáculos, en particular para sustituir sus sistemas nacionales de control de trenes por el Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (Ertms) a partir de 2040».
«Problema no específico de Francia»
Por otro lado, la Comisión recordó a Francia «su obligación de compartir las especificaciones de los sistemas franceses de clase B4, incluida su interfaz, con el sistema Ertms (proceso por el cual un tren comunica su posición y recibe las autorizaciones de movimiento), así como con nuevos operadores y fabricantes, de forma que puedan adaptar los sistemas ferroviarios a bordo para circular en Francia».
No obstante, el comisario ha aseverado que esto ocurre en más países de la Unión Europea y no es una problemática única de los franceses: «Otro obstáculo para entrar en los mercados ferroviarios, no específico de Francia, es la falta de capacidad de red para los nuevos operadores, especialmente en las líneas ferroviarias más interesantes desde el punto de vista comercial y, por tanto, más congestionadas».
Precisamente, el posicionamiento de Bruselas coincide con las reflexiones que ha hecho el operador francés en España, Ouigo, defendiéndose públicamente en los últimos meses de las acusaciones de dumping hechas por el ministro de Transportes. Entre sus diversos argumentos se encuentra uno de los que la Comisión Europea resaltó el pasado jueves: Renfe ya opera en Francia y no es un caso específico de los franceses.
Renfe duda del mercado francés
Según avanzó La Vanguardia hace unos días y confirmó este medio, Renfe estaría barajando abandonar sus operaciones en Francia por las trabas que asegura que recibe de la sociedad estatal francesa SNCF. Fuentes internas de la compañía aseguraron a este medio que la línea de un nuevo AVE entre Barcelona y Toulouse estaría «suspendida» después de que el director general de Renfe Viajeros, Rafael Cortés, pidiera los documentos que acreditasen la eficiencia comercial y financiera de esta línea.
La posición de la Comisión Europea ha llegado curiosamente tras una pregunta de un europarlamentario del PP, Borja Giménez, que presentó ante la Comisión Europea una cuestión con solicitud de respuesta escrita. En su pregunta, los populares trataron de cercar a los franceses preguntando a Bruselas por una hipotética infracción por el retraso en la liberalización de las redes ferroviarias francesas: «¿Se ha incoado ya un procedimiento previo al de infracción (EU Pilot) o se planea iniciar en los próximos meses? En caso afirmativo, ¿en qué estado se encuentra? Por otro lado, ¿la Comisión prevé incoar un procedimiento formal de infracción contra Francia?».
De esta forma, aunque en un principio pareció que Óscar Puente había encontrado en los populares un aliado inesperado en su batalla contra los franceses, finalmente dicha pregunta ha servido para que se conozca públicamente que el Ministerio de Transportes y Renfe no cuentan con el respaldo de Bruselas.