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Transporte

ADIF ha hallado más de 800 restos arqueológicos en obras ferroviarias desde 2019

La entidad pública ha llevado a cabo 378 actuaciones arqueológicas en obras durante el último lustro

ADIF ha hallado más de 800 restos arqueológicos en obras ferroviarias desde 2019

Imagen de una obra ferroviaria en Lorca. | Ayuntamiento Lorca

ADIF encontró más de 800 restos arqueológicos en obras ferroviarias ejecutadas durante el último lustro. Según los datos proporcionados por la entidad pública –en respuesta a una solicitud de THE OBJECTIVE al Portal de Transparencia–, en el periodo comprendido entre 2019 y 2024 se llevaron a cabo actuaciones arqueológicas preventivas en un total de 378 obras, tanto en proyectos sometidos a Declaración de Impacto Ambiental (DIA) como en aquellos exentos de este procedimiento, con intervenciones que incluyeron desde seguimientos técnicos hasta excavaciones en el área.

El informe diferencia dos ámbitos de intervención: obras sujetas a DIA y aquellas que no lo están. En el primer grupo, se realizaron actuaciones arqueológicas preventivas generales en 215 obras y se intervino específicamente en elementos arqueológicos en 199 de ellas. Además, se registraron 511 hallazgos arqueológicos durante los procedimientos de protección, de los cuales 24 requirieron excavaciones en área.

En el caso de las intervenciones sin DIA, se llevaron a cabo seguimientos preventivos generales en 163 obras, con 44 intervenciones en elementos concretos. Se documentaron también 312 hallazgos, de los cuales cuatro necesitaron excavación arqueológica en extensión.

La empresa pública puntualiza que estos descubrimientos no conllevan la paralización de las obras ferroviarias. ADIF aclara que, ante la aparición de restos, se establecen perímetros de seguridad, mientras las autoridades competentes —los órganos de Cultura de las distintas comunidades autónomas— valoran la situación y determinan las actuaciones necesarias. Estas pueden incluir excavaciones, protección in situ o traslado de materiales a museos provinciales.

ADIF subraya que su compromiso con la protección del patrimonio comienza en las fases iniciales de cada proyecto. Antes de iniciar cualquier obra, se realizan estudios para identificar posibles afecciones y se planifican medidas de mitigación con los recursos necesarios. Estas medidas son siempre supervisadas y autorizadas por los servicios de Patrimonio Cultural correspondientes.

La primera opción, siempre que sea viable, es evitar cualquier daño al bien protegido. Para ello, ADIF adapta en muchos casos el diseño de los trazados ferroviarios. Solo cuando no es posible compatibilizar la obra con la conservación del hallazgo se procede a intervenciones arqueológicas más profundas. Todas estas actuaciones, destaca la empresa, se desarrollan bajo un estricto control técnico y administrativo. Además del cumplimiento normativo, ADIF resalta la aportación científica de estas actuaciones. Aunque no es su objetivo principal, la actividad arqueológica asociada a las obras ferroviarias ha generado un importante volumen de conocimiento sobre el pasado.

ADIF aclara que los datos ofrecidos no deben interpretarse en términos de paralizaciones o destrucción, ya que su sistema de registro responde a criterios técnicos y administrativos establecidos por las autoridades competentes. Todos los elementos patrimoniales identificados quedan debidamente protegidos antes del inicio de los trabajos, asegurando su preservación y puesta en valor dentro del marco legal vigente.

Un muro «romano» en la estación de trenes de Toledo

Una intervención menor en la estación del ferrocarril de Toledo ha puesto de nuevo en evidencia el valor patrimonial que pueden esconder las infraestructuras ferroviarias. El pasado 10 de abril, durante unas obras de mejora del saneamiento y los aseos de la estación de AVE, ADIF localizó los restos de un muro de «notable» grosor que, según los primeros estudios arqueológicos, podría datar de la época romana.

El hallazgo se produjo a apenas un metro de profundidad, en la salida oeste del aparcamiento de la estación, junto al paseo de la Rosa. En un primer momento, se pensó que los restos podrían corresponder a la antigua estación, pero la aparición de un segundo lienzo de muro y baldosas en el suelo, junto al análisis preliminar, apuntan ahora a una posible estructura romana.

Zanja en la estación de AVE de Toledo donde se localizaron restos arqueológicos. | EFE

Cultura ya ha solicitado que se profundice en el estudio arqueológico, incluyendo una retroproyección y la aplicación de georradar para determinar tanto la cronología precisa como la dimensión de la estructura, así como su posible repercusión sobre el proyecto de obra. Aunque se insiste en la necesidad de ser cautos, todo apunta a que podría tratarse de parte de un conjunto termal romano situado en la zona de Cabrahigos, fuera de las murallas del Casco Histórico de Toledo, en el barrio de Santa Bárbara. De confirmarse, se trataría de un hallazgo de gran valor para la historia urbana de la ciudad.

Este caso reciente ejemplifica el tipo de situaciones imprevistas que ADIF ha afrontado en múltiples puntos del país, y cómo su protocolo de intervención arqueológica se activa incluso ante obras menores, tal como se describe en los más de 800 hallazgos registrados desde el año 2019.

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