Aena apuntala con una lluvia de millones su plan para favorecer a los grandes aeropuertos
La estrategia es convertir las instalaciones en algo más que un mero espacio en el que los pasajeros esperan a un avión

El CEO de Aena, Maurici Lucena. | Europa Press
El gestor de los aeropuertos, Aena, apuntala su estrategia a favor de los grandes aeropuertos con 351 millones de euros a costa de los pequeños. Desde hace años, el plan de la empresa que dirige Maurici Lucena (que lleva al frente desde el año 2018) es transformar los aeropuertos en hubs que sean algo más que un mero espacio en el que los pasajeros esperan a un avión. La empresa participada en un 51% por el Estado busca explotar comercialmente sus instalaciones para seguir pulverizando récords de beneficios.
La opinión pública generalmente desconoce que parte de los ingresos de Aena proceden no solo de las tasas que le cobran a las aerolíneas por cada pasajero, sino de las compras que estos llevan a cabo en las tiendas del aeropuerto. Según el negocio o el producto, la empresa semipública se lleva un porcentaje considerable por cada venta comercial: desde un paquete de tabaco hasta una camisa. Un escenario que empuja a Aena a apostar por los grandes aeropuertos -que suelen ser los que más turismo atraen- frente a los más locales.
Hace unos días, el Consejo de Ministros aprobó una inversión adicional a las programadas en el actual quinquenio inversor de Aena (el llamado DORA II, Documento de Regulación Aeroportuaria 2022-2026) por valor de 351 millones de euros. Precisamente los beneficiados han sido los que se ajustan a estas características mencionadas: Alicante-Elche Miguel Hernández, Valencia, Bilbao, César Manrique-Lanzarote, Ibiza, Málaga-Costa del Sol, Menorca, Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna y Tenerife Sur.
«En concreto, son inversiones para adaptar las infraestructuras a nuevos requisitos normativos, para incrementar la seguridad y la ciberseguridad y disponer de unas instalaciones más robustas, generar eficiencias, así como para mejorar la experiencia del pasajero y reducir la afectación operativa por las obras en las terminales», señalan desde la compañía semipública. Sin embargo, algunos aeropuertos pequeños, como el de Jerez, no han recibido ni un solo euro de inversiones, lo que ha generado críticas por parte de su alcaldesa, María José García-Pelayo, que según recoge La Voz de Cádiz, aseguró que era una «malísima noticia, aunque desgraciadamente convertida en costumbre».
Lucena cuenta con apoyo del Gobierno para llevar a cabo su plan. De hecho, hace unos meses recibió un espaldarazo por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente, en una guerra que abrió con uno de sus clientes. Un escenario que en parte se debe a los buenos resultados de la empresa. El pasado año Aena volvió registrar récord de ganancias al obtener un beneficio neto de 1.934,2 millones de euros, un 18,6% más, lo que ha permitido a la empresa a proponer un dividendo que es un 27,44% más alto que el del ejercicio anterior.
Una de las disputas más sonadas que ha tenido Aena ha sido con la aerolínea irlandesa Ryanair, lo que ha provocado que esta última haya dejado de operar varias rutas en el país. Hace unos meses, THE OBJECTIVE publicó que había malestar entre los consejeros de Transportes de las comunidades autónomas con la empresa pública porque ocultó a las regiones los planes que la principal aerolínea del país por transporte de pasajeros, Ryanair, le transmitió hasta en dos ocasiones para evitar el fin de sus vuelos en dichos aeropuertos. El plan de la aerolínea era que la empresa pública rebajara sus tasas aeroportuarias para incentivar los vuelos en aquellos lugares donde existe menos demanda.
Durante el pasado año, y mientras tuvo lugar la negociación entre el Gobierno y Ryanair, las regiones -principales interesadas en que los vuelos de la compañía irlandesa se mantuvieran- desconocieron las propuestas porque el gestor no se lo transmitió. Aena se mostró inflexible en la negociación con Ryanair. Rechazó un primer documento en enero de 2024 y, unos meses después, en septiembre, una segunda propuesta. La consecuencia fue la cancelación de todos los vuelos de Ryanair a Jerez y Valladolid y la reducción del tráfico en Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander.