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Transporte

El auditor de Plus Ultra alerta de su situación crítica y duda de que pueda seguir funcionando

La aerolínea sigue en marcha gracias a dos créditos participativos y al decreto que excluye las pérdidas de la covid

El auditor de Plus Ultra alerta de su situación crítica y duda de que pueda seguir funcionando

Mostrador de Plus Ultra en un aeropuerto. | EP

El auditor de Plus Ultra advierte de que la situación financiera de la aerolínea es crítica, hasta el punto de que pone en duda que pueda seguir siendo una empresa en funcionamiento, según consta en sus últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil correspondientes a 2024 y a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El responsable de la supervisión, Audicar, advierte en su informe de auditoría de falta de solvencia y de un importante desequilibrio contable. Pese a ello, la empresa rescatada sigue en marcha gracias a dos resquicios legales: un par de préstamos participativos y el decreto de la covid que excluye de su balance las pérdidas de 2020 y 2021.

Las cuentas de Plus Ultra de los últimos cinco cursos reflejan que la situación financiera ya era mala antes de la pandemia, que empeoró tras la covid y que no ha mejorado desde que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) les concedió una ayuda pública de 53 millones de euros en marzo de 2021. Pérdidas de 55 millones de euros acumuladas desde que empezó a operar en 2017 y de 38 millones solo desde la concesión de la ayuda ponen en duda la viabilidad de la empresa en el medio plazo.

Estos estados financieros confirman las sospechas de la Unidad Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que -como publicó este diario– cree que Plus Ultra no tiene «capacidad financiera» para devolver este préstamo. La conclusión llega tras las primeras pesquisas realizadas sobre la aerolínea y sus cuentas tras la irrupción de su sede en Madrid y la detención de su presidente Julio Martínez Sola; su CEO Roberto Roselli; y el empresario Julio Martínez Martínez, vinculado a la sociedad. Se les investiga por el presunto uso indebido del rescate público.

Balance de Plus Ultra

La compañía debe abonar 19 millones de euros correspondientes a un préstamo ordinario antes de que expire 2026 y los otros 34 millones de crédito participativo antes del final de 2028. Hasta la fecha solo ha abonado los intereses, y los estados financieros analizados por este diario indican que —con las cuentas cerradas en enero de 2025— no podría hacer frente a estos pagos de ninguna manera.

De hecho, el informe de Insight view, plataforma de análisis contable y empresarial de Crédito y Caución, indica que Plus Ultra tiene un «elevado» riesgo de impago con una puntuación de dos sobre diez y con una rebaja reciente en su calificación en septiembre de este año. El análisis recomienda «operar con prudencia» con la aerolínea.

La auditoría —que Audicar sorprendentemente da por buena y sin salvedades— es clara al indicar que «hay incertidumbre material relacionada con la empresa en funcionamiento». En términos prácticos, esto quiere decir que duda de que la compañía pueda seguir funcionando a medio plazo. El principal interrogante tiene que ver con un patrimonio neto negativo que las cuentas de Plus Ultra sitúan en 40,5 millones de euros, razón más que suficiente para que busque formas de equilibrar su patrimonio como reducción o ampliación de capital, o recurra al concurso de acreedores.

Decreto anti-quiebras

No obstante —y como deja claro la auditoría— Plus Ultra se agarra a dos tecnicismos legales para mantener este desequilibrio. El primero, respecto de un real decreto de 1996 que indica que la compañía puede sumar a su patrimonio sus dos préstamos participativos (solo a efecto de reducción de capital y disolución de sociedades), uno de 34 millones de la SEPI y otro de 6,3 millones. Es decir, 40 millones que llevan el desequilibrio a solo 216.600 euros.

El problema es que este supone asumir que la empresa no pagará estos préstamos y que, en consecuencia, tanto el Estado como Panacorp Casa de Valores —préstamo suscrito en 2017— canjearán esta deuda por capital, lo que implicaría asumir una serie de condicionantes que solo podrían conocerse en 2029, cuando ya haya expirado el crédito de la SEPI. Del mismo modo, cuando se canjeen estos créditos dejarán de computar automáticamente como patrimonio, lo que llevaría a la empresa al precipicio si entonces no se han tomado otras medidas.

Y el segundo tecnicismo es —a efectos de disolución de sociedades— el real decreto de la covid cuya prórroga se produjo nuevamente a primeros de este año para excluir del cómputo las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021. Bajo este supuesto, el patrimonio neto final se quedaría en los 30,5 millones. No obstante, este decreto solo estará en vigor hasta este año y decaerá con las cuentas de 2026, por lo que automáticamente este cálculo quedará sin validez.

Ingresos de 2024

En cualquier caso, la empresa es optimista y parte de muchos supuestos o «factores mitigantes» con los que pretende equilibrar su patrimonio antes de que se cobren los préstamos participativos o expire el decreto de la covid. Lo primero que ponen encima de la mesa es una ampliación de capital de 8,5 millones de euros certificada el 8 de abril de 2025, que se usará para «impulsar e invertir en la flota operativa». Por tanto, pese a que Plus Ultra dice que «garantizará la estabilidad financiera» no se utilizará para equilibrar su patrimonio.

La compañía también habla de que el negocio presenta una evolución positiva, una estabilización en la demanda y una mejora de los ingresos por asiento. Plus Ultra facturó 189,6 millones en 2024 y 185,8 millones en 2023, reflejando un crecimiento operativo, aunque sin lograr salir de pérdidas, excepto en este último año cuando tuvo un beneficio de 2,7 millones. Es decir, hay evolución, pero un nivel de mejora insuficiente para avanzar en el equilibrio patrimonial.

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