El Departamento de Justicia y once estados de Estados Unidos han interpuesto este martes una demanda contra Google por monopolio en los mercados de anuncios y búsqueda en internet. El gigante tecnológico, subsidario de Alphabet, controla cerca del 80 % de las búsquedas en internet en EEUU.
Lo más importante: la demanda se basa en la creación, por parte de Google, de una «red ilegal de acuerdos exclusivos que daña a los competidores». Entre ellos, cita el pago de miles de millones de dólares a Apple para situar el motor de búsqueda de Google como el básico en sus teléfonos iPhone, y la prohibición de integrar motores de competidores mediante contratos especiales.
A través de estas prácticas, la compañía «ha ahogado la innovación y la creación de nuevos Google», asegura el fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey A. Rosen.
Esta batalla legal podría prolongarse durante años, dado el gran músculo financiero de la compañía, fundada en 1998 en Silicon Valley y una de las tecnológicas de referencia, creadoras del mercado digital global.
En los últimos años, los gigantes tecnológicos se han enfrentado a las críticas de diferentes gobiernos y bloques, como la Unión Europea (UE), debido a la gran cantidad de poder que acumulan, los desorbitados beneficios que obtienen y los bajos impuestos que tributan. Otros grandes conglomerados digitales como Facebook, Apple o Amazon están siendo objeto de investigación por los reguladores y legisladores, preocupados por posibles casos de abuso de poder.
Con la transformación de Google en uno de los gigantes de la tecnología, la compañía ha sido vigilada de cerca por las autoridades estadounidenses y por la Comisión Federal de Comercio del país, que también tiene autoridad para investigar casos de monopolio, ya ha llevado a cabo pesquisas en torno a Google, aunque las finalizó en 2013 sin pruebas suficientes.