El Ejército de Birmania (Myanmar), que el lunes dio un golpe de Estado, ha presentado este miércoles cargos contra la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi, por violar una ley de importación y exportación, y contra el depuesto presidente del país, Win Myint, por saltarse las restricciones anticovid.
En contexto: Birmania amaneció el lunes con un golpe de Estado militar después de años de poder compartido entre el gobierno civil y los militares. El Ejército detuvo a la Nobel de la Paz y jefa de facto del gobierno civil, Aung San Suu Kyi, declaró el estado de emergencia por un año y colocó a generales en puestos clave. Los militares hablan de fraude electoral en las elecciones legislativas de noviembre, las segundas desde el fin del régimen militar en 2011, y que ganó por amplia mayoría la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Suu Kyi.
Los militares acusan a Suu Kyi, en arresto domiciliario desde el lunes, por haber encontrado en su vivienda un aparato de rastreo telefónico cuyo uso solo está permitido por el Gobierno o el Ejército, lo que le puede costar hasta tres años de cárcel.
Un tribunal «ha ordenado su detención provisional por un periodo de 14 días, del 1 al 15 de febrero, acusándola de haber violado una ley sobre las importaciones y exportaciones», ha escrito en Facebook Kyi Toe, portavoz de la Liga Nacional por la Democracia (LND). Por su parte, el expresidente Win Myint ha sido acusado de haber violado la ley sobre la gestión de las catástrofes naturales, según ha informado el propio exdirigente.
Mientras que Win Myint fue interrogado en un centro militar de Rangún, no está claro si Suu Kyi sigue en su residencia oficial en Naipyidó en arresto domiciliario o también ha sido trasladada para ser sometida a un interrogatorio.
La hasta ahora líder de Birmania y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, pidió el lunes a los ciudadanos que no aceptaran el golpe de Estado perpetrado por el Ejército y que protestaran. Aunque en las primeras horas tras el golpe el país aparentaba normalidad, en la noche del martes se produjeron las primeras protestas en Rangún, la ciudad más poblada.