El Emperador Akihito solicita que le releven del cargo en un anuncio en televisión
El actual Emperador ha asegurado, consternado, que ”cuando un Emperador enferma o su estado de salud es grave, me preocupa que, como ha sucedido en el pasado, la sociedad entre en punto muerto o la situación pueda impactar en las vidas de la gente. En ocasiones me planteo cómo sería posible evitar esta situación”. Akihito no ha llegado a mencionar en ningún momento el término “abdicación” ya que no ostenta la potestad para asumir tal decisión, dado que la legislación nipona establece que el Emperador debe ocupar su cargo hasta su fallecimiento. El jefe de Estado llegó al trono tras la muerte de su padre en el año 1989 y en una ruptura con las rígidas tradiciones de la institución japonesa decidió casarse con una mujer que no procedía de la nobleza local. Este anuncio en televisión también es una ruptura clara con las tradiciones de la institución nipona.
Akihito ha roto la tradición imperial al requerir ser relevado de su cargo de Emperador de Japón en un anuncio en televisión. Lo hace amparándose en su edad: «Tengo más de 80 años y hay ocasiones en las que me siento limitado por mi condición física […] me preocupa que me pueda resultar difícil llevar a cabo mis funciones como símbolo del Estado con todas mis fuerzas como lo hice hasta ahora» ha afirmado ante las miradas atónitas de los nipones.
El actual Emperador ha asegurado, consternado, que ”cuando un Emperador enferma o su estado de salud es grave, me preocupa que, como ha sucedido en el pasado, la sociedad entre en punto muerto o la situación pueda impactar en las vidas de la gente. En ocasiones me planteo cómo sería posible evitar esta situación”. Akihito no ha llegado a mencionar en ningún momento el término “abdicación” ya que no ostenta la potestad para asumir tal decisión, dado que la legislación nipona establece que el Emperador debe ocupar su cargo hasta su fallecimiento. El jefe de Estado llegó al trono tras la muerte de su padre en el año 1989 y en una ruptura con las rígidas tradiciones de la institución japonesa decidió casarse con una mujer que no procedía de la nobleza local. Este anuncio en televisión también es una ruptura clara con las tradiciones de la institución nipona.