El G7 ha adoptado formalmente este domingo un plan para donar 1.000 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus hasta finales de 2022 a países desfavorecidos. Se trata de un intento por parte de las grandes economías por corregir las marcadas desigualdades mundiales en materia de vacunación.
Lo más importante: «Me complace anunciar que este fin de semana los líderes han prometido más de mil millones de dosis» de vacunas contra la COVID-19, «ya sea directamente o mediante financiación del (programa internacional) Covax», ha afirmado el primer ministro británico y anfitrión del encuentro, Boris Johnson, al término de la cumbre de tres días, celebrada en el suroeste de Inglaterra.
Igualmente, el G7 ha instado a China a cooperar con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una segunda investigación «transparente» sobre los orígenes de la COVID-19[contexto id=»460724″]. «Pedimos un estudio oportuno, transparente, dirigido por expertos y con base científica de fase 2 por la OMS sobre los orígenes del covid-19, que incluya, como recomienda el informe de los expertos, a China», ha afirmado el bloque en un comunicado.
También ha respaldado formalmente la intensificación de su acción colectiva contra el cambio climático[contexto id=»381816″], comprometiéndose a limitar drásticamente la inversión gubernamental en el carbón y proteger la diversidad en el planeta. «Nos comprometemos a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas a más tardar en 2050, a reducir a la mitad nuestras emisiones colectivas durante las dos décadas hasta 2030, a aumentar y mejorar la financiación para el clima hasta 2025 y a conservar o proteger al menos el 30% de nuestra tierra y los océanos para 2030», reza el comunicado.