El primer ministro francés, Edouard Philippe, ha presentado este viernes la dimisión en bloque del Gobierno al presidente, Emmanuel Macron, que la ha aceptado, anunció la presidencia francesa. El Gobierno saliente estará a cargo, en funciones, de la gestión de los asuntos corrientes hasta el nombramiento del nuevo gobierno, ha señalado el Elíseo en un comunicado.
Lo más importante: la remodelación gubernamental se daba por descontada tras la segunda vuelta de las municipales del pasado domingo, pero la llegada del nuevo equipo puede retrasarse todavía varios días. El presidente ha manifestado en muchas ocasiones que desea dar un giro más social y medioambiental a su política para los dos años que le restan en el poder antes de las presidenciales previstas para la primavera de 2022.
La renuncia del primer ministro -la fórmula que se suele emplear en Francia cuando el presidente desea un nuevo Gobierno- no implica necesariamente que Philippe no pueda recibir el encargo de seguir al frente del Ejecutivo, aunque los medios franceses apuntan a que no continuará.
Philippe fue elegido en esas elecciones alcalde de su ciudad, la portuaria Le Havre, cargo que debería de asumir mañana, sábado. Macron, que ha admitido que cambiaría su Gobierno en una entrevista publicada esta mañana en la prensa regional, se ha mantenido hermético en lo que se refiere a la suerte de Philippe. El ahora primer ministro en funciones puede dar un paso atrás y consagrarse a la Alcaldía de Le Havre, puesto que ocupaba cuando Macron le eligió para dirigir su Ejecutivo tras su victoria en las presidenciales de 2017.