El ISIS deja el Ramadán más sangriento de los últimos años: más de 300 musulmanes muertos
El mes sagrado musulmán que comenzó el pasado 6 de junio se ha convertido en uno de los más sangrientos de los últimos años. En la última semana el aeropuerto de Estambul, una importante mezquita de Medina, un restaurante de Dacca, un puesto militar jordano una heladería de Bagdad han sido objetivo la última semana de ataques yihadistas indiscriminados. La imagen que ilustra esta noticia es la escenificación más palmaria de cómo el Estado Islámico se ha cebado con aquellos países y personas de religión musulmán. Uno de los más graves tuvo lugar el pasado domingo en Bagdad. El Gobierno iraquí ha elevado a 250 la cifra de muertos del atentado en el barrio bagdadí de Al Karrada, cuando un camión cargado de explosivos fue detonado en un centro comercial mientras numerosas familias realizaban compras en el día festivo por el final del Ramadán. La intensificación de los atentados suicidas crece a medida que el Estado Islámico pierde terreno en Siria e Irak.
El mayor número de víctimas mortales causadas por los atentados yihadistas del autodenominado Estado Islámico son personas de religión musulmana. Este dato -a menudo olvidado- se ha puesto de manifiesto en la celebración del mes de Ramadán de este año, durante la cual han tenido lugar atentados en cinco países de mayoría musulmana, causando más de 300 muertos.
El mes sagrado musulmán que comenzó el pasado 6 de junio se ha convertido en uno de los más sangrientos de los últimos años. En la última semana el aeropuerto de Estambul, una importante mezquita de Medina, un restaurante de Dacca, un puesto militar jordano una heladería de Bagdad han sido objetivo la última semana de ataques yihadistas indiscriminados.
La imagen que ilustra esta noticia es la escenificación más palmaria de cómo el Estado Islámico se ha cebado con aquellos países y personas de religión musulmán. Uno de los más graves tuvo lugar el pasado domingo en Bagdad. El Gobierno iraquí ha elevado a 250 la cifra de muertos del atentado en el barrio bagdadí de Al Karrada, cuando un camión cargado de explosivos fue detonado en un centro comercial mientras numerosas familias realizaban compras en el día festivo por el final del Ramadán.
La intensificación de los atentados suicidas crece a medida que el Estado Islámico pierde terreno en Siria e Irak.