Josep Borrell, alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), ha pedido este viernes al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, la liberación del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, y una investigación imparcial del envenenamiento que sufrió el pasado agosto. Lavrov, en respuesta, quiso dibujar un símil entre el caso Navalni y el juicio a los independentistas catalanes, al afirmar que en España los presos del procés fueron condenados «por organizar un referéndum en Cataluña».
En contexto: el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha llegado este viernes a Rusia en un momento de alta tensión entre el Kremlin y la UE por la represión de las protestas opositoras y la condena de cárcel a su líder, Alexéi Navalni.
En una demostración de que las discrepancias entre Rusia y la UE no tienen fácil solución en este plano, tres diplomáticos europeos –de Alemania, Polonia y Suecia– fueron hoy declarados «persona non grata» por participar en las protestas opositoras, cuando lo que hacían era observar el proceso a Navalni.
Borrell, que se enteró de la noticia en el almuerzo con Lavrov, le trasladó su indignación y su rechazo a la medida tomada, según trasladó a los medios posteriormente. El alto representante de la UE se había reunido previamente con representantes de la sociedad civil; es decir, oposición y defensores de los derechos humanos, entre otros. Un miembro de su equipo se reunió además con el abogado de Navalni.
Learned during the meeting that three European diplomats are going to be expelled from Russia. I strongly condemned this decision, rejected allegations that they conducted activities incompatible with their status as foreign diplomats. The decision should be reconsidered. (3) https://t.co/yql2eEFLRj
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) February 5, 2021
Preguntado por la posibilidad de que los Veintisiete adopten nuevas sanciones, Borrell ha recalcado que por ahora no hay ninguna propuesta en este sentido por parte de ningún Estado miembro; que abordarán esa posibilidad en el próximo Consejo de Ministros de Exteriores y en la cumbre de líderes de marzo. «Mi visita aquí es parte de la preparación de este debate y es muy importante que aclaremos qué queremos hacer con nuestras relaciones», ha añadido.
La postura de Lavrov no flaqueó en ningún momento. Ha defendido hasta el final de las conversaciones que Rusia está «acostumbrándose al hecho de que la UE trata de imponer restricciones ilegítimas e unilaterales bajo pretextos inventados», y no ha admitido críticas a la actuación rusa en el caso Navalni y la represión policial contra los manifestantes.