El Parlamento de Alemania aprueba el matrimonio homosexual

El parlamento alemán ha aprobado este viernes un proyecto de ley que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo ha hecho menos de una semana después de que la canciller Angela Merkel abandonara su oposición de principio a estas uniones.

El texto establece que a partir de ahora el matrimonio puede ser contraído «por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo».

Endlich: Die #Ehefueralle ist da! pic.twitter.com/YZ06LerO4J

— SPD im Bundestag (@spdbt) 30 de junio de 2017

Rede von @GoeringEckardt: Beschluss der #EheFürAlle Historisch für die Menschenwürde, für die Gleichheit aller Menschen vor dem Gesetz. pic.twitter.com/mV2DgtLA1W

— Grüne im Bundestag (@GrueneBundestag) 30 de junio de 2017

Se ha aprobado por una mayoría de 393 diputados constituida por miembros de los tres partidos de izquierda representados en la cámara baja del parlamento —socialdemócratas, ecologistas e izquierda radical— y una parte de los diputados de la familia conservadora de Angela Merkel.

Entre los diputados conservadores, 226 se pronunciaron en contra, entre ellos la canciller. «Para mí, el matrimonio es, según nuestra Constitución, una unión entre un hombre y una mujer, es por ello que he votado contra el proyecto de ley», ha señalado Merkel.

El lunes, la canciller declaró en una entrevista que estaba dispuesta a permitir que los diputados de su partido votaran «a conciencia» sobre esta cuestión, es decir, sin consignas.

Berlín adoptó en 2001 una unión civil que otorga los mismos derechos que el matrimonio, salvo ciertas ventajas fiscales o en temas de adopción. La nueva ley, que tiene que ser ratificada por la cámara alta del parlamento para que entre en vigor, seguramente antes de que termine el año, concederá a las parejas homosexuales el derecho a la adopción.

Alemania se uniría así a los 20 países occidentales, entre ellos 13 europeos -Holanda, Bélgica, España, Suecia, Portugal, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Irlanda, Finlandia, Noruega e Islandia-, que ya legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.

El portavoz socialdemócrata, Thomas Oppermann, ha defendido el paso dado por su partido, que forzó que se debatiera la iniciativa antes de finalizar la legislatura rescatando un proyecto de ley de 2015 del estado federado de Renania-Palatinado que ya había pasado por el Bundesrat, la cámara alta, y que estaba aparcado en el Bundestag.

«Quizá no sea una decisión buena para la coalición, pero sí para las personas y para el Parlamento», ha manifestado Oppermann, que desmintió que ahora fuera necesario reformar la Constitución. «Si se confirma el matrimonio para todos, se habrá dado algo a alguien, pero no se le habrá quitado nada a nadie«, ha concluido.

En nombre de la Unión Cristianodemócrata, el líder del grupo parlamentario, Volker Kauder, ha defendido que «el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. «Yo personalmente nunca pondré mi firma en algo que represente el matrimonio para todos, por motivos de conciencia», ha declarado, expresando sus dudas sobre la constitucionalidad de la ley al entender que la concepción cristiana del matrimonio está protegida en la ley fundamental alemana y reconociendo que respeta la opinión de sus compañeros de partido con una opinión diferente.

Entre ellos se encuentra el diputado Jan Marco Luczak, que ha defendido el «Sí» al proyecto desde el primer momento al recordar que el respeto, el amor y la convivencia son valores tradicionales que deben defender los conservadores. Además, ha sostenido que no es necesaria «ninguna reforma constitucional» para implantar el matrimonio gay.

Por su parte, La Izquierda y los Verdes se han felicitado por el logro «histórico» alcanzado y han reivindicado su lucha durante décadas por los derechos de los homosexuales, con numerosos activistas presentes hoy en la tribuna de invitados.