Parecía que iba a ser la noche del reguetón en los Grammy Latinos, pero el género urbano por excelencia pasó desapercibido en la gran fiesta de la música latina, que repartió este jueves sus galardones entre géneros como el pop, el regional mexicano y la canción de autor.
En contexto: después de unas nominaciones que apuntaban a que el género que domina las discotecas y hogares del mundo podría convertirse en el protagonista de la noche tras las quejas sobre su escasa presencia el año pasado, las grandes estrellas del reguetón se fueron a casa con muy pocos o ningún gramófono de oro bajo el brazo.
J Balvin partía como favorito con 13 nominaciones, convirtiéndose en la estrella con más nominaciones en un solo año. Sin embargo, solamente logró ganar en la categoría Mejor álbum de música urbana con su disco Colores. Bad Bunny, por su parte, era candidato el reconocimiento en seis categorías y se coronó con Yo perreo sola en Mejor interpretación reguetón.
El puertorriqueño Ozuna triunfó por su canción junto a Rosalía Yo x ti, tú x mí en las categorías de Mejor fusión/interpretación urbana y Mejor Canción Urbana. Rosalía también logró el galardón con TKN, junto al rapero Travis Scott, como Mejor vídeo musical versión corta. A pesar de los pocos reconocimientos, donde sí fue protagonista el reguetón fue sobre el escenario de Miami, donde se ubicó la sede parcial de esta edición. Karol G con Tusa, J Balvin con Rojo, Guaynaa y Sebastián Yatra con Chica ideal o Bad Bunny con Si veo a tu mamá, recordaron con actuaciones de gran envergadura canciones que en este difícil año convirtieron los salones de casas de todo el mundo en discotecas.
Un reparto heterogéneo
El reconocimiento a la Canción del año se la llevó René, la canción más íntima del puertorriqueño Residente. Natalia Lafourcade ganó en la categoría de Álbum del año por Un canto por México, Vol 1, además de en la de Mejor canción de regional mexicana con Mi religión y en la de Mejor canción alternativa por En Cantos junto a iLe.
El pop latino tuvo su espacio en los premios de la Academia Latina de la Grabación premiando al joven artista Camilo junto a Pedro Capó por Tutu como Mejor canción pop y el Mejor nuevo artista según la Academia fue Mike Bahía. Los clásicos ganadores de anteriores ediciones como Alejandro Sanz, Alejando Fernández, Carlos Vives o Ricky Martin también se llevaron sus reconocimientos.
El español sumó un Latin Grammy más a los 23 con los que ya contaba ganando en la categoría Grabación del año con la canción Contigo, mientras que el mexicano se hizo con el premio a Mejor álbum de música ranchera/mariachi por Hecho en México.
El colombiano Carlos Vives demostró su vigencia logrando tres gramófonos: Mejor álbum contemporánep/fusión tropical por Cumbiana, Mejor canción tropical por Canción para Rubén junto a Rubén Blades y Mejor vídeo musical versión larga por El mundo perdido de Cumbiana. Ricky Martin ganó el Latin Grammy por su disco Pausa en la categoría Mejor álbum vocal pop, sumando cinco premios de la Academia en su prolífica carrera.
La música de cantautor también tuvo su reconocimiento y Fito Páez fue uno de los ganadores de la noche logrando los Latin Grammy por Mejor álbum pop rock (La conquista del espacio) y Mejor canción de pop/rock (La canción de las bestias). El álbum Mesa para dos de la cantautora puertorriqueña Kany García ganó en la categoría de Mejor álbum cantautor y Biutiful de la chilena Mon Laferte se coronó como Mejor canción de Rock.
La edición 21 de los Latin Grammy se celebró este jueves en formato virtual por causa de la pandemia del coronavirus, en una gala en la que se reconoció la labor de los trabajadores sanitarios para combatir el contagio y ayudar a que el mayor número posible de personas se recupere de la COVID-19. El evento estuvo presentado por el cantante de origen puertorriqueño Víctor Manuelle, la actriz y activista mexicana Yalitza Aparicio y la actriz cantante y modelo de origen mexicano Ana Brenda Contreras.
Una crónica de Inés Amarelo.