El Reino Unido ha informado este miércoles de 1.564 nuevas muertes por coronavirus[contexto id=»460724″] en las últimas 24 horas, la máxima cifra diaria desde que comenzó la pandemia.
Las cifras: en las últimas 24 horas se han detectado 47.425 contagios de coronavirus en el país, unos 2.000 más que ayer, pero por debajo del récord de 68.053 infecciones que se comunicaron el pasado 8 de enero. En total, con los 1.564 fallecidos de la última jornada, 84.767 personas han muerto hasta ahora en el Reino Unido por el coronavirus, según las cifras oficiales del Gobierno británico, que solo incluyen a aquellos enfermos que fallecieron en un periodo de 28 días tras haber dado positivo en un test.
Si bien en la última semana han descendido ligeramente la cantidad de casos que se detectan a diario, el número de muertos se ha incrementado en un 54,7% en siete días. También aumentan los pacientes hospitalizados, que alcanzan los 36.589, por encima del pico máximo de 21.684 que se registró el pasado 12 de abril, durante la primera ola de la pandemia en el Reino Unido.
La prevalencia de la enfermedad en el conjunto del Reino Unido es de 614 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, según las cifras ofrecidas por el Ejecutivo, mientras en Londres la cifra se eleva a 1.047 casos por 100.000 habitantes.
Desde el 4 de enero, el Gobierno británico ha decretado un confinamiento estricto en Inglaterra, donde se pide a la población que solo salga de casa por motivos esenciales, como ir a trabajar si no puede hacerlo desde casa, y practicar ejercicio físico una vez al día, mientras que Escocia, Gales e Irlanda del Norte también han endurecido sus restricciones. Las autoridades escocesas han anunciado este martes nuevas medidas, entre ellas limitar los servicios de comidas para llevar y los de retirada de artículos comprados previamente en internet.
Además, el Reino Unido acaba de comenzar las primeras pruebas en pacientes con COVID-19 de un tratamiento a gran escala con interferón beta, una proteína inhalada que sirve para «estimular el sistema inmunológico» para combatir al virus y así «reducir la gravedad de la enfermedad».
Así lo ha asegurado este miércoles en un comunicado Synairgen, la empresa de biotecnología creadora de este tratamiento junto con la Universidad de Southampton, que añadió que el interferón beta ya se utiliza «ampliamente» en el tratamiento de la esclerosis múltiple y por tanto es un fármaco «seguro y bien tolerado».