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El supervisor de Chauvin afirma que no era necesario seguir inmovilizando a Floyd al dejar de resistirse

El supervisor de Chauvin afirma que no era necesario seguir inmovilizando a Floyd al dejar de resistirse

Pool | Reuters

Un sargento de policía, David Pleoger, que estaba supervisando el turno de Derek Chauvin el día que murió George Floyd, ha afirmado durante el juicio que su inmovilización dejó de ser necesaria cuando ya no ofrecía resistencia.

En contexto: Pleoger ha sido interrogado por los fiscales durante el juicio por la muerte de George Floyd, un proceso judicial seguido con expectación en Estados Unidos después que el suceso desencadeanara una ola de protestas en el país y se expandiera al extranjero. 

El sargento ha sido interrogado por los fiscales sobre el uso de la fuerza durante el arresto de Floyd. «Cuando el señor Floyd ya no estaba ofreciendo ninguna resistencia a los oficiales, podrían haber puesto fin a su inmovilización», ha afirmado.

Otro de los testimonios de esta jornada del juicio ha sido el del paramédico que atendió a Floyd, Derek Smith, que ha afirmado que Floyd ya había fallecido cuando llegaron al lugar del arresto para atenderlo. «Cuando llegué, él ya había fallecido y yo lo llevé al hospital, pero él siguió en paro cardíaco», ha señalado Smith en el cuarto día del juicio.

Smith ha explicado que Chauvin y otros agentes todavía estaban encima de Floyd para inmovilizarlo cuando su compañero de labores Seth Bravinder llegó al lugar con una ambulancia.  El paramédico intentó tomar el pulso de Floyd, tocándole la arteria carótida. «No sentí nada», ha dicho. «En términos simples yo pensé que estaba muerto».

Smith ha contado que junto a Bravinder y a los policías colocaron a Floyd en la ambulancia e intentaron reanimarlo haciéndole un masaje cardíaco y usando un desfibrilador, pero sus esfuerzos fueron infructuosos.

Floyd murió después de que Chauvin lo inmovilizara durante varios minutos colocándole la rodilla en el cuello. El expolicía, que se ha declarado no culpable, se enfrenta a hasta 40 años de prisión si es declarado culpable del cargo más grave que se le imputa, homicidio en segundo grado.

La Fiscalía busca probar que fueron las acciones de Chauvin las que provocaron la muerte de Floyd, mientras que la defensa del exagente afirma que murió debido a que estaba drogado y tenía problemas de salud.

En esta sesión del juicio también ha subido al estrado la novia de Floyd, Courtney Ross, que ha relatado que ambos lucharon contra una adicción a los opioides.

El fiscal Matthew Frank ha aprovechado el interrogatorio para indagar sobre la adicción a los opioides que compartían Floyd y Ross. «Floyd y yo vivimos la clásica historia de adicción a los opioides», ha relatado. «Nos volvimos adictos e intentamos con mucho esfuerzo romper la adicción muchas veces».  Ambos tenían recetas para pastillas sedantes con opioides y tras volverse adictos comenzaron a comprar estas drogas en la calle o en el mercado negro.

Según su novia, pese a la adicción, Floyd, un hombre que medía casi dos metros y pesaba 100 kilos, mantenía un estilo de vida saludable y se ejercitaba a diario.

Una importante veta de la defensa del exagente es el hecho de que en el momento de su muerte Floyd presentaba fentanilo (un opioide sintético) en la sangre.

Por su parte,  Ben Crump, el abogado de la familia Floyd, ha publicado un testimonio denunciando los esfuerzos de la defensa para «construir una narrativa de que la causa de la muerte de Floyd era el fentanilo en su sangre». «Queremos recordarle al mundo que presenció su muerte en vídeo que George estaba caminando, hablando, riéndose y respirando justo antes de que Derek Chauvin presionara su rodilla contra el cuello de George, lo que bloqueó su capacidad de respirar y extinguió su vida», ha dicho Crump.

 

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