Barack Obama y Cuba
La visita de Barack Obama a Cuba está en la dirección de la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, desde el Papa Francisco hasta la Diplomacia Multilateral y Bilateral ha propiciado el descongelamiento de los vínculos que deben existir entre las dos capitales. Para Cuba, era insostenible el aislamiento internacional y la orfandad en que la dejó Rusia después del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la Unión Soviética. El gobierno venezolano del Presidente Chávez facilitó la continuidad del régimen cubano con la ayuda petrolera y el comercio desigual siempre beneficiosa a Cuba. Pero Venezuela después de la crisis de los precios de petróleo y la desaparición del líder del socialismo del siglo XXI ha tenido que reorientar su economía y cortar la asistencia económica y financiera a la isla del Caribe. Para Raúl Castro, menos idealista que su hermano Fidel, el pragmatismo lo obligó a la apertura del comercio y las finanzas con los Estados Unidos, enterrando el discurso anti capitalista y alejándose de las practicas ortodoxas del marxismo. El espejo de China, después de la desaparición de Mao Tse Tung y las reformas emprendidas por Deng Xiaoping hacia un liberalismo económico sin dejar de lado el predominio político de partido comunista han servido de ejemplo a los hermanos Castro, como también la exitosa experiencia de Vietnam. Además el programa latinoamericano con las ultimas elecciones en Paraguay, Guatemala y Argentina y las terribles crisis de las economías de Brasil y Venezuela parecieran mostrar el fin del ciclo de la aproximación al modelo cubano y la búsqueda de nuevas democracias con mayor justicia social, incluso Bolivia y Ecuador también han dado signo de cambios, alejándose de lo que fue el proyecto de Chávez, Lula y Kirchner.
La visita de Barack Obama a Cuba está en la dirección de la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, desde el Papa Francisco hasta la Diplomacia Multilateral y Bilateral ha propiciado el descongelamiento de los vínculos que deben existir entre las dos capitales. Para Cuba, era insostenible el aislamiento internacional y la orfandad en que la dejó Rusia después del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la Unión Soviética. El gobierno venezolano del Presidente Chávez facilitó la continuidad del régimen cubano con la ayuda petrolera y el comercio desigual siempre beneficiosa a Cuba. Pero Venezuela después de la crisis de los precios de petróleo y la desaparición del líder del socialismo del siglo XXI ha tenido que reorientar su economía y cortar la asistencia económica y financiera a la isla del Caribe. Para Raúl Castro, menos idealista que su hermano Fidel, el pragmatismo lo obligó a la apertura del comercio y las finanzas con los Estados Unidos, enterrando el discurso anti capitalista y alejándose de las practicas ortodoxas del marxismo. El espejo de China, después de la desaparición de Mao Tse Tung y las reformas emprendidas por Deng Xiaoping hacia un liberalismo económico sin dejar de lado el predominio político de partido comunista han servido de ejemplo a los hermanos Castro, como también la exitosa experiencia de Vietnam. Además el programa latinoamericano con las ultimas elecciones en Paraguay, Guatemala y Argentina y las terribles crisis de las economías de Brasil y Venezuela parecieran mostrar el fin del ciclo de la aproximación al modelo cubano y la búsqueda de nuevas democracias con mayor justicia social, incluso Bolivia y Ecuador también han dado signo de cambios, alejándose de lo que fue el proyecto de Chávez, Lula y Kirchner.
Para Barack Obama y para los demócratas es verdad lo afirmado de que el bienestar y el crecimiento económico de la isla facilitara la llegada de la democracia y la participación plural de los cubanos cuando la biología obligue a la desaparición de la escena política de Raúl y Fidel, la nueva América Latina espera que esta apertura sea más solida por el viaje del presidente Obama y que los vínculos comerciales y económicos no sólo con Estados Unidos sino con la Unión Europea definan el camino democrático de la isla, conservando los logros de la revolución en materia social pero implementando los cambios necesarios en el sistema político.