THE OBJECTIVE
Xiskya Valladares

El Bolívar de Chávez y Maduro, adoctrinamiento descarado

La historia siempre ha sido muy manipulable. Si la cuentan los vencedores dirá una cosa, mientras que si la cuentan los vencidos, dirá otra. Pero cuando se trata de la historia de una persona, se supone que los hechos podrían ser menos subjetivos.

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El Bolívar de Chávez y Maduro, adoctrinamiento descarado

La historia siempre ha sido muy manipulable. Si la cuentan los vencedores dirá una cosa, mientras que si la cuentan los vencidos, dirá otra. Pero cuando se trata de la historia de una persona, se supone que los hechos podrían ser menos subjetivos.

La historia siempre ha sido muy manipulable. Si la cuentan los vencedores dirá una cosa, mientras que si la cuentan los vencidos, dirá otra. Pero cuando se trata de la historia de una persona, se supone que los hechos podrían ser menos subjetivos. No es así cuando se trata de un líder o de uno a quien han querido convertir en cabecilla de una revolución que adoctrina hasta a los más pequeños hasta el punto de manipular la historia.

Simón Bolívar, de ascendencia vasca, fue una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente a la gran España de entonces. Nació en 1783 y en 1811 ya se le concedía el título de Libertador. Un criollo, de formación europea, de mentalidad liberal, con varios viajes a Europa, de poco valor militar, contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.

Un hombre inteligentemente utilizado por Hugo Chávez como estandarte de su supuesta revolución popular. Y ahora también por Nicolás Maduro. Utilizado de forma caricaturesca en lo que han llamado “movimiento bolivariano” en pro de la manipulación del pueblo venezolano. Presentado como un Bolívar a imagen de sus necesidades políticas e ideológicas. Todo un engaño en el que el progreso y la libertad sólo existen para quienes gobiernan. Una práctica común entre dictadores de izquierdas. Del mismo modo que en Cuba se exalta a un asesino como el Ché Guevara. Aunque en este caso, es Bolívar quien sale perdiendo. Bastan tres frases suyas para demostrarlo:

“Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.” ¿Qué diría hoy si viera a Venezuela agresivamente controlada por la persona del presidente Maduro? “Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria.” ¿Acaso es liberal el modelo cubano que siguen? ¿Cómo vería la censura existente y esa justicia que es sólo para algunos? “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública”, y ¿dónde ha quedado la opinión pública venezolana? ¿Qué pasa cuando ahí te atreves a opinar?

El Bolívar de Chávez y de Maduro no es el Libertador que todos conocemos, sino una caricatura de la que sólo han querido destacar lo que a ellos como tiranos les conviene. El colmo es que ahora quieran asociarlo a su admirada Cuba diciendo en los libros escolares que una nodriza cubana fue quien lo amamantó. La manipulación de la historia y de sus personajes es capaz de todo con tal de adoctrinar incluso a los más pequeños. Pero el pueblo venezolano ha empezado a despertar, quizás ahora la lucha bolivariana sea la verdadera. Aquella que se alza por la libertad de verdad.

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