El cambio climático
«¿Qué importan las ideologías ante la imponente presencia de España, con Pedro Sánchez al frente?»
El presidente Sánchez, todavía bronceado, ha iniciado el curso político rodeándose de las grandes empresas. Tiene en su mano la piñata del dinero europeo. De ahí la infantil ilusión de los presentes. ¡Qué jovial encuentro el de Ana Patricia Botín con la ministra de Igualdad, Irene Montero! La empresaria participa del discurso del momento: «Hay un reto, pero también una gran oportunidad de reconstruir todos juntos una economía más sostenible». Y aún les he ahorrado las dos veces que ha entrelazado la palabra «juntos» en la frase anterior.
El discurso ha sido amable y optimista. Actual, además: al tanto de los debates intelectuales del momento. Así, la leyenda negra se encuentra con las conversaciones de bar, que par eso el presidente le habla al pueblo. La leyenda es españolísima: los españoles hablamos peor de nuestro país que los extranjeros. Bien lo sabe Sánchez, que tiene de socios a unos españoles descreídos, que incluso han prosperado haciendo lacerantes críticas a nuestro país.
«España puede», es el lema del momento. Nunca sospechamos que «Podemos» tuviera como sujeto a España; más bien como objeto, objeto de derribo. España puede, pues, dicho sea sin objeto directo. Lo puede todo. ¿La crisis económica, las oleadas de la pandemia? Lo que sea, siempre que el presidente pueda actuar con 40 meses de tranquilidad, y el permanente apoyo de todos.
Y ahí estaba Casado. Como el único disfrazado de la fiesta, protagonista a su pesar. Todos le animan a que encuentre, de una vez, el centro político, que es la entrega de media España, o de un tercio, a la estrategia del presidente Sánchez. Casado insiste en negarle su apoyo a los presupuestos mientras sigan en el gobierno los españoles descreídos, con Podemos a la cabeza.
Pero ¿qué importan las ideologías ante la imponente presencia de España, con Pedro Sánchez al frente? «El Gobierno elige unidad, no división, ni enfrentamiento, ni confrontación. España debe entenderse con España como Europa se entendió con Europa en julio. Es el mayor reto en un siglo, no puede superarlo media España de espaldas a la otra media o peor, contra la otra media», le ha dicho el bronceado presidente a Pablo Casado. La lucha política es cosa del pasado. Se instaura en España, en fin, «un nuevo clima político».
Un cambio climático que acabará, definitivamente, con el debate, la confrontación de ideas, el choque entre el Gobierno y la oposición, la alternancia, y demás características de una democracia liberal.