Sombras en plena crisis

Y Bale, el peso de 100 millones es una sombra que le va a perseguir en cada carrera, en cada disparo, en cada regate, en cada pase, en cada gesto.

Tiene empaque Bale, Gareth Bale. El fichaje del año. El hombre por el que el Real Madrid de Florentino Pérez pagó más de 100 millones de euros. Físico de atleta. Aspecto de niño bueno. Una novia, o pareja, ejemplar. Pero sobre este Real Madrid que prefiere gastar y gastar para generar ingresos y presumir de rico penden sombras. Ingresa un pastón. Arroja beneficios serios. Pero no gana lo que debiera. Lo que quieren sus socios. Y presenta camisetas como churros. Ayer la tercera equipación de este año. Pero el protagonismo del acto estuvo en las sombras.

Marcelo, el triste Benzema y la estrella Bale al escaparate. O sus sombras. Espero que no sea un augurio. Marcelo ya sabemos de qué va. Un jugadorazo. Un tipo alegre y simpático en mala racha de lesiones que ensombrecen su estrellato. Benzema, el niño mimado del presidente, desespera al personal con su sangre de horchata. Le pita el Bernabéu. Es una sombra ambulante de lo que parece que puede ser y nunca es. Y Bale. El peso de 100 millones es una sombra que le va a perseguir en cada carrera, en cada disparo, en cada regate, en cada pase, en cada gesto. Una apuesta que si sale mal, como Kaká, le puede costar al Real Madrid más que el coste de su fichaje.

Y la camiseta. Naranja. Ribetes negros. Las venderán. La peña lo compra todo. Rojo, amarillo, verde, morado. O naranja. Pero hay ya demasiadas sombras. Porque aunque Florentino, el presidente que manda callar si lo que le escucha al pueblo no le gusta, como un gran dictador, es quien los presenta en sociedad, los paga el socio. Que quiere buen juego, espectáculo y títulos. Y con esta sombra de presidente, en 10 años, 3 Ligas, 1 Champions y 1 Copa del Rey. 5 títulos sobre 29 posibles. Y más de 1.000 millones en fichajes. Una sombra que persigue al club. A pesar de las camisetas. Que se presentan con sombras. Naranjas. Pero blancas. Un derroche de sombras en plena crisis.