La ONU S.A. y Siria

Hace años que dejé de creer y confiar en la ONU S.A., más que una organización, creo que se ha convertido en una gran corporación

El planeta está lleno de falsos conversos. Lleno de políticos, organizaciones, empresarios, grupos de poder, etc.… que ostentan un dominio más que aplastante sobre las zonas más desprotegidas del planeta y que no dudan en convertirse o adaptarse a lo que haga falta con tal de alcanzar sus objetivos. 

El conflicto de Siria no respeta edades. Mientras el Premio Nobel de la Paz discute con su homólogo ex-KGB, los refugiados van aumentando, desde los recién nacidos hasta los ancianos de 95 años, pero ahora parece que a la  ONU le interesa más posicionarse sobre el espinoso tema de las armas químicas, llegando a la conclusión, tardía, de que éstas existen y que han sido utilizadas. No pongo en duda tales afirmaciones, pero personalmente, no me fío de nadie.

De seguir la barbarie, se calcula que este drama afectará a un millón de personas. La ONU de momento les da un refugio, les alimenta e intenta darles los servicios más básicos, pero para eso hace falta dinero y un horizonte de diálogo. Lo peor llega cuando hablas con corresponsales y empresarios que trabajan en la zona y te sueltan: “En la cuenca del Mediterráneo oriental (Israel-Líbano-Siria) se encuentran las mayores reservas de gas, lo que ha provocado la disputa territorial entre los tres países. Hasta que Estados Unidos y Rusia no lleguen a un acuerdo sobre la gestión de los recursos energéticos de Siria, no habrá solución posible al conflicto. Todo se resume al poder del dinero, a la gestión de los recursos naturales”. Para variar.

Hace años que dejé de creer y confiar en la ONU S.A., más que una organización, creo que se ha convertido en una gran corporación. Espero y deseo estar equivocado, y espero y deseo que en Siria se llegue a un acuerdo que no implique solucionar los problemas lanzando misiles desde miles de kilómetros de distancia. Según parece, el diálogo busca imponerse a la intervención militar, pero los refugiados siguen llegando a los países vecinos, el mundo sigue observando, ajeno a sus problemas y la situación corre el peligro de volverse insostenible. ACNUR estima que durante los próximos meses podría haber alrededor de un millón de refugiados sirios cruzando las fronteras de Siria. Veremos si realmente la ONU actúa o se limita a justificar y acatar.