Principio de acuerdo en Siria
Aunque los tambores de guerra no se han apagado completamente, la Administración de Obama parece dispuesta a darle una última oportunidad a la diplomacia
Aunque los tambores de guerra no se han apagado completamente, la Administración de Obama parece dispuesta a darle una última oportunidad a la diplomacia
El régimen sirio deberá deshacerse de sus armas químicas antes de verano de 2014. Ese es el ultimátum que Estados Unidos y Rusia han dado a Bashar El Asad quien, en un plazo de una semana, tendrá que entregar un listado completo de la composición y localización de su arsenal. Un grupo de inspectores internacionales se desplegará sobre el terreno para verificar su almacenaje y posterior destrucción. De no responder satisfactoriamente a esta propuesta, el asunto volvería al Consejo de Seguridad que podría aprobar el empleo de la fuerza recurriendo al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas. La pelota está ahora, por lo tanto, en el campo del régimen sirio.
Este giro copernicano en la situación hubiera sido inimaginable hace tan sólo unas semanas. Parece evidente que la amenaza de la Casa Blanca de lanzar un ataque limitado contra el territorio sirio ha surtido efecto, ya que el régimen ha mostrado su disposición a refrendar la Convención sobre Armas Químicas de manera inmediata. El acuerdo es mutuamente satisfactorio tanto para Estados Unidos como para Rusia, ya que Washington evita que dichas armas de destrucción masiva puedan ir a parar a manos de grupos radicales en la órbita de Al Qaeda y, por otra parte, Moscú aborta ‘in extremis’ una operación bélica que podría derribar a su aliado. Además ambos países vuelven a manifestar su compromiso con una solución negociada y llaman a las partes a reunirse en Ginebra para buscar una salida a la guerra civil.
Aunque los tambores de guerra no se han apagado completamente, la Administración de Obama parece dispuesta a darle una última oportunidad a la diplomacia. Queda por dilucidar si Bashar El Asad tiene una verdadera voluntad de enmienda o tan sólo pretende ganar tiempo para desviar la atención de la comunidad internacional. El tiempo lo dirá.