La cadera

Parece que hay prisas de algunos por retirar al Monarca en contra de su volunta

Hoy operan al Rey de España de la cadera. Séptima operación del monarca en un año y medio. Tiene una infección. Para operarle se ha trasladado a Madrid un especialista, que resulta ser español y de los mejores del mundo. Es un doctor que trabaja en un Hospital Privado en Estados Unidos –la Clínica Mayo– y que operará al Rey Don Juan Carlos en otro hospital privado de Madrid, Quirón. Hasta aquí todo normal sino fuera por la surrealista rueda de prensa del Jefe de la Casa Real, Spottorno, el viernes pasado en el Palacio de la Zarzuela.  

En una Monarquía Parlamentaria el Jefe de la Casa del Rey no da ruedas de prensa para informar de la salud del Rey, o de las intenciones del Rey en materia como la “posible abdicación”. De hecho, la del viernes fue la primera rueda de prensa que daba alguien de la casa Real que no fuera un comunicado escrito o el Rey mismo. Rueda de prensa para explicar a la nación la naturaleza de una operación del Rey. Y esto o lo hacen por escrito, o lo hace el Rey en persona, o lo hace el Gobierno de España. Cualquier otra fórmula, incluida la del viernes pasado, no implica ni más transparencia, ni más información. Implica ganas de estrellato impropio de los funcionarios de la Casa del Rey. Las personas que rodean al Monarca pueden y deben hablar ‘off the record’ con los medios de comunicación, pero no dar ruedas de prensa en las que además de explicar la naturaleza de una operación quirúrgica se hacen portavoces de las supuestas intenciones del Rey sobre si seguir al frente de la Monarquía y hasta cuando. 

Capítulo aparte merece la “filtración” de que el “Rey se quería operar en Estados Unidos”. No parece, desde luego que la trayectoria de Don Juan Carlos, de sentido común y amor al pueblo español y a la Corona, avalen que semejante idea se le pasara por la cabeza al monarca. Más bien parece que hay prisas de algunos por retirar al Monarca en contra de su voluntad.