Blackberry, Apple y Stanley Kubrick
Las bayas, como los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y… mueren
Las bayas, como los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y… mueren
Angela Ahrendts, hasta hace dos días consejera delegada de Burberry, es ahora la directora de tiendas de Apple. No, no hay error, no viene de Blackberry, por más que algo de cacofonía nos lleva al terreno boscoso de las bayas, «berries». Las bayas, como los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y… mueren. Parece una perogrullada, pero Blackberry insiste en dar un mensaje a sus 70 millones de clientes: «nos resistimos a morir». Aunque Blackberry tiene una liquidez de 2.600 millones de dólares, sus usuarios están pasando a velocidad de vértigo a las nuevas plataformas Android y iOS. Y Blackberry se iba a comer el mundo, como Nokia, hace poco más de 6 años…
De Burberry a Apple, Angela reportará directamente al Presidente Tim Cook. Imparable Apple, pone su acento de su estrategia en ‘cómo’ el producto llega al cliente, lo que fue la base innovadora de su sistema operativo: amabilidad y diseño.
Pero las empresas mueren. Todas. Algunos recordamos el icono que Stanley Kubrik escogió para una película ya mítica en la historia del cine: ‘2001: Ena odisea del espacio’. En 1968 imaginábamos el futuro, hoy nuestro presente siglo XXI, con trajes plateados y empresas eternas: aparecían las líneas aéreas PanAm, ya desaparecidas, olvidadas. Y JAL, un disimulado disfraz de IBM, que hace tiempo que ni fabrica ordenadores ni lidera la informática como en su origen.
Apple parece eterna, pero encuentra ya sus desafíos. Android es un sistema operativo que pone tabletas y teléfonos fáciles, amables… Y baratos. La última presentación del iPhone 5 no sorprendió. Por eso no debemos sorprendernos de que, si Apple no encuentra vida en nuevos brotes, pueda llegar a lo que fue PanAm o Nokia. El recuerdo de que todo pasa. Al final, sigue más vivo Stanley Kubrick que PanAm.