Roja de alegría
A pesar de su palmarés, de la demostradísima calidad de sus jugadores y de haber llegado cómodamente a Brasil 2014, ha empezado a despertar algunas dudas
A pesar de su palmarés, de la demostradísima calidad de sus jugadores y de haber llegado cómodamente a Brasil 2014, ha empezado a despertar algunas dudas
Para un apasionado del fútbol, vivir en España es un deleite. No solo porque su liga vive una de las rivalidades más apasionantes y enconadas de la historia −Real Madrid-Barcelona, Lionel Messi-Cristiano Ronaldo−, sino porque cada tanto las figuras que encienden el clásico más esperado del mundo −más otras, como los rebeldes del Atlético de Madrid−, hacen una tregua, se reúnen para jugar juntos y conforman un equipo inmejorable: la selección española de fútbol.
Recién clasificada al mundial del año entrante, «la roja» vive el ciclo más dulce de su historia. Sus victorias, iniciadas con la Eurocopa de 2008, y continuadas con el mundial de Sudáfrica y la Eurocopa de 2012, se cimientan en un juego prolijo y fascinante, de permanente circulación y posesión de la pelota.
Pero a pesar de su palmarés, de la demostradísima calidad de sus jugadores y de haber llegado cómodamente a Brasil 2014, ha empezado a despertar algunas dudas. Su toque hipnótico y deslumbrante ha perdido brillo y sorpresa, y parte de ello parece una consecuencia del paso de los años por jugadores tan fundamentales como ese sabio del fútbol que es Xavi Hernández. La posición de delantero centro sigue sin un dueño indiscutible, aunque Negredo ha demostrado la mejor forma en los últimos partidos. La suplencia de Casillas en el Real Madrid le ha quitado la chapa de «indiscutible»: Vicente Del Bosque ha manejado con serenidad la polémica sobre la portería, pero la excelente forma de Valdés en el Barcelona empieza a abrirle una puerta que antes estuvo cerrada como una lápida.
Todo esto no quiere decir que España haya dejado de ser favorita para el próximo mundial. Si Del Bosque consigue motivar bien a un grupo que ya ganó todo, y maneja con inteligencia el cansancio y las dificultades, este equipo parece preparado para volver a hacer historia. Sin importar que en el camino se le interpongan Alemania, Argentina o los locales y enfervorizados brasileños.