¿Trick or treat?
Cada cual con su vida y, por supuesto, con sus muertos
Cada cual con su vida y, por supuesto, con sus muertos
¿Muerto o vivo? La noche del 31 es la única no noche del año en la que públicamente, sea la tradición que sea, asumimos la delgada línea que existe entre la vida y la muerte, el reino de los vivos y de los muertos. Si lo analizo fríamente… ¡produce escalofríos! Prefiero celebrar la tradición que, fuera de incentivar el miedo y la tristeza, se declina por el homenaje a la monstruosa calabaza, de disfrazarse para morirse de risa en compañía o acordarse de los muertos con claveles naranjas en sus tumbas y velas encendidas por cada uno de ellos. Invito a todos a celebrar esta noche, de muertos, LA VIDA en compañía, a sentirse con derecho a ser feliz y… aprovechar lo poco que dura. A la libertad de rito; a encender una hoguera y disfrutar de la noche de brujas, a celebrar el año Nuevo Celta; la noche de los muertos vivientes con Halloween o la vigilia de todos los santos católica. Cada cual con su vida y, por supuesto, con sus muertos. Con todos mis respetos, desearía que cada año, esta noche, fuera un paso más a darle sentido a la vida con el tributo a la muerte. A mirarla a la cara y saber que existe, y como los mexicanos darle el festejo que se merece porque ‘la muerte es vida también’. Cada cual como pueda y sepa, con alegría y nostalgia, con esa mezcla de emociones agridulces por los que se fueron con adiós o sin adiós y por los que seguimos en la tierra. ¿Vivo o muerto? Nos da miedo, me da miedo pero esta noche prometo festejarla por los míos, por mí… con crema de calabaza, a lo John Carpenter, con disfraz o sin disfraz, y quemar lo viejo para que entre lo nuevo en mi vida, en LA VIDA. ¿Trick or treat? (¿Truco o trato?).