La religión vota en Nueva York
Los principales candidatos han prometido cambios, por ejemplo, respecto de la importancia de la religión en la vida cotidiana de la ciudad
Los principales candidatos han prometido cambios, por ejemplo, respecto de la importancia de la religión en la vida cotidiana de la ciudad
Tras una docena de años con Michael Bloomberg al frente del Ayuntamiento de Nueva York, grandes cambios llegan a la Gran Manzana. No solo que Bloomberg –conocido por prohibir todo lo “prohibible”– , se va tras cambiar los estatutos de la ciudad para poder presentarse a un tercer mandato. Con Bloomberg también se va el rigor económico de las cuentas públicas y un distanciamiento muy medido de cualquier incursión de la religión en la vida ordinaria del consistorio y sus vecinos. Eso sí, Bloomberg será conocido por su batalla contra los gordos –intentando prohibir bebidas gaseosas con gran mosqueo de firmas como Coca-Cola, y comidas con grasas saturadas–. Además de prohibir fumar en los parques públicos, elevar la edad para comprar tabaco a los 21 años, prohibir las bebidas alcohólicas a determinadas horas en las terrazas de Nueva York, y un sin fin de tasas por comportamientos no adecuados a sus estándares.
Este martes hay elecciones a la alcaldía de Nueva York y los principales candidatos han prometido cambios, por ejemplo, respecto de la importancia de la religión en la vida cotidiana de la ciudad. Tanto el candidato Demócrata Bill de Blasio –que probablemente ganará de largo la elección, como su contrincante el Republicano Joseph J. Lhota, han prometido en campaña electoral incrementar los lazos del consistorio y la religión. Ambos llevan en su programa electoral dos nuevos festivos en la ciudad de Nueva York en relación con la religión musulmana, permitirán a las escuelas públicas que realicen ritos religiosos en sus instalaciones, y trabajarán conjuntamente con los líderes judíos para regular mejor el rito de la circuncisión en la ciudad de Nueva York y la intromisión de los rabinos en el ritual fuera de los hospitales.
Además ambos líderes se han dejado ver estos meses en diferentes iglesias para ganarse el voto de los ciudadanos. Ambos candidatos crecieron en un ambiente católico. Aunque Di Blasio ha explicado que no es practicante, y que se rige por sus propios principios morales. Lotha, por su parte se crió también en colegios católicos, pero la influencia de su mujer, protestante evangélica, ha sido determinante para asistir habitualmente a la Iglesia de todos los Ángeles en el Upper West Side de Mahattan.
En las elecciones se juega también la construcción de 200.000 viviendas de protección oficial que ha prometido Di Blasio, tras la operación criticadísima de Bloomberg en el bajo Manhattan.