España y Valencia no pueden permitírselo

La inversión española en investigación está en caída libre debido al desprecio por la ciencia del actual gobierno

Recientemente han sido galardonados con el Premio Nobel de Física los científicos Peter W. Higgs y François Englert. Unos meses antes los mismos científicos habían sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. ¿Era necesario que nuestro país se gastase unos 6 millones de euros anuales (presupuesto de la Fundación Príncipe de Asturias) para emular a la Fundación Nobel? La Fundación Nobel es privada pero la Fundación Príncipe de Asturias es pública y se financia mayoritariamente con nuestros impuestos. Nuestro país invierte relativamente poco en investigación científica, un 1,3% del producto interior bruto (PIB) en 2011, frente al 2-4% de países realmente desarrollados. Además, la inversión española en investigación está en caída libre debido al desprecio por la ciencia del actual gobierno. 

Existe otro caso curioso de derroche de dinero público para premios a la investigación. Se trata de la Comunidad Valenciana (CV), donde la Fundación Premios Jaime I gasta unos dos millones de euros anualmente (cantidad estimada, no facilitan cifras oficiales como la Fundación Príncipe de Asturias) en conceder unos premios que resultan fuera de lugar cuando descubrimos que la CV invierte en investigación solamente el 1,0% de su PIB mientras que comunidades autónomas comprometidas con la investigación como Madrid, Cataluña, Navarra y País Vasco invierten entre 1,6 y 2,1% de su PIB. 

El gasto en premios es de muy poca utilidad para la investigación española en general y valenciana en particular aunque da cierta gloria a los presidentes de las fundaciones que los otorgan. Claramente estas fundaciones deben suprimirse y su presupuesto dedicarse a contratos y proyectos de investigación. Si seguimos así el mundo se reirá de nosotros cuando sigamos dando premios aquí y allá, y no queden investigadores en España y menos en Valencia.