Si Rubalcaba fuera Bachelet
… para los que vivimos en la provincia alemana de España y padecemos el autoritarismo de mercado, la comparación entre la socialista Bachelet y el socialista Rubalcaba deja pocas dudas.
… para los que vivimos en la provincia alemana de España y padecemos el autoritarismo de mercado, la comparación entre la socialista Bachelet y el socialista Rubalcaba deja pocas dudas.
Aunque tendrá que revalidar su victoria en una segunda vuelta, Bachelet va a volver a gobernar en Chile. Sin embargo, esta vez, hay algo en ella que suena diferente.
En 1973, Pinochet y EE UU dieron un golpe que no sólo acabó con la democracia chilena sino que pretendió constitucionalizar para siempre el autoritarismo de mercado (eso que algunos llaman condescendientemente neoliberalismo). Todo lo que vino después en Chile, se llamara Pinochet, Concertación o derecha postpinochetista asumió esa constitución (formal y material) del autoritarismo de mercado como las únicas reglas del juego de la política chilena. Bachelet formó parte de eso, igual que Néstor Kirchner en Argentina; pero del mismo modo que la coyuntura hizo que Kirchner terminara actuando como un patriota, quizá haya llegado el momento de que Bachelet sea algo distinto a lo que fue.
La candidata de Nueva Mayoría, apoyada por el Partido Comunista, ha prometido la gratuidad universal para la educación superior, una reforma fiscal progresiva y la reforma de la Constitución de Pinochet. Junto a esas promesas de campaña, la nacionalización del cobre (que según las encuestas desean el 80% de los chilenos) y la elaboración de una ley de medios que ponga freno al monopolio que sobre la comunicación ejercen unas pocas familias de multimillonarios, forman parte de las exigencias de sus votantes. Es obvio que estas reformas no serían la revolución y que Bachelet aún no ha demostrado nada, pero para los que vivimos en la provincia alemana de España y padecemos el autoritarismo de mercado, la comparación entre la “socialista” Bachelet y el “socialista” Rubalcaba deja pocas dudas. ¿Se imaginan al partido de Rubalcaba haciendo una reforma fiscal progresiva, estableciendo la gratuidad de la educación universitaria, democratizando los medios o nacionalizando algo? Si ni siquiera les parece bien que al jefe del Estado se le elija votando.
Yo sé que a los jefes del PSOE no se les puede pedir que sean de izquierdas y menos que sean socialistas. El problema no es ese; el problema es que, al igual que sus colegas del PP con los que querría gobernar José Bono, no son ni siquiera patriotas.