La belleza interior
La belleza está en el interior de lo que cada uno creemos que es interesante, ya sea el interior de una cartera, de un Porsche o de una mansión de 12 dormitorios
La belleza está en el interior de lo que cada uno creemos que es interesante, ya sea el interior de una cartera, de un Porsche o de una mansión de 12 dormitorios
Siempre me ha hecho mucha gracia la frase de «la belleza está en el interior» aplicada a una pareja en la que él es muy feo y/o viejo y ella muy guapa y joven. De estas parejas tan descompensadas que, si él no es rico y poderoso, sólo se entiende si ella es ciega o necesitaba la nacionalidad española.
La belleza, efectivamente, está en el interior de lo que cada uno creemos que es interesante, ya sea el interior de una cartera, de un Porsche o de una mansión de 12 dormitorios. A veces, el feo en cuestión no hace falta que sea rico, pero tiene que tener una posición de poder respecto a ella, bien siendo su jefe o una persona de éxito en su profesión.
Como cómica me doy cuenta con mis compañeros más feos. Todos son igual de graciosos que siempre, pero sólo han empezado a tener éxito con las chicas cuando ya estaban subidos en un escenario. Antes de salir en televisión y ser conocidos tenían mogollón de súper amigas que se lo pasaban genial con ellos. Ahora que salen en tele es cuando se las zumban.
Decimos que los hombres son superficiales cuando están con tías guapas y muy tontas, pero nosotras somos peores, ya que valoramos al hombre según su poder adquisitivo, el poder que ejerza sobre nosotras o la admiración que nos suscite . Ellos buscan «adornos», nosotras «salvavidas» a los que agarrarnos para mantener un status social y económico. Pero eso sí, tenemos carnet de conducir y derecho a voto, que para eso somos mujeres modernas e independientes. [Nótese la ironía]