Enfriamiento global

Es bastante probable que antes o después se nos lleve un viento gélido o nos derrita un sol criminal. La predicción del tiempo es un tema que preocupa a la humanidad desde el origen.

Es bastante probable que antes o después se nos lleve un viento gélido o nos derrita un sol criminal. En 2013, un análisis sobre estudios del clima publicado en IOP Science cuantifica en un 97% los científicos que defienden que la acción del hombre es la principal causa del calentamiento global, debido a las emisiones de dióxido de carbono. Las últimas 3 décadas han sido las más cálidas en 1.400 años. Eso hace que se derritan los polos y suba el nivel del mar provocando que los fenómenos meteorológicos, a éstas alturas, ya parezcan bíblicos.

La predicción del tiempo es un tema que preocupa a la humanidad desde el origen, por eso a la audiencia le fascina la información meteorológica, tanto que los programas sobre el tiempo que tradicionalmente van después de los telediarios han duplicado su duración. Yo personalmente cada vez que escucho “ola de frío”, suspiro resignado ante lo que considero un recurso habitual en el uso de Armas de Distracción Masiva. Mientras la gente ande atemorizada por un inminente diluvio universal, será más fácil escamotear los asuntos turbios de los que la población debería, ya no preocuparse, sino ocuparse con determinación.

Los investigadores rusos Vladímir Bashkin y Raúf Galiulin pertenecen a ese 3% de científicos que cree que el hombre no es la causa definitiva del calentamiento. Ellos defienden que occidente exagera intencionadamente las consecuencias de dicho cambio climático como parte de una estrategia comercial. «Si llega el calentamiento global la necesidad de combustibles tradicionales como petróleo, carbón y, especialmente, gas natural (exportado, principalmente, desde Rusia) debe reducirse, y, por lo tanto, el precio de esta fuente de energía estará obligado a bajar», opinan.

De hecho, la teoría de estos científicos es que en 2014 comienza una nueva Edad de Hielo, un enfriamiento global que llegará a su pico de temperaturas mínimas a mediados del siglo. Como sea, parece claro que volvemos a mirar al cielo con temor a que se desplome sobre nuestras cabezas. Y no hay nada más dócil que una población atemorizada.