El dolor silenciado de Venezuela
Van 36 días de protestas, unas 32 personas asesinadas y 1617 detenciones. Llevo días siguiendo los acontecimientos de Venezuela. Hablemos claro. Estamos ante una dictadura de izquierda, ¿acaso esas elecciones fueron normales y limpias?
Van 36 días de protestas, unas 32 personas asesinadas y 1617 detenciones. Llevo días siguiendo los acontecimientos de Venezuela. Hablemos claro. Estamos ante una dictadura de izquierda, ¿acaso esas elecciones fueron normales y limpias?
Van 36 días de protestas, unas 32 personas asesinadas y 1617 detenciones. Llevo días siguiendo los acontecimientos de Venezuela. Me interesan porque es un pueblo hermano, pero es que, además, allá tengo unas cuantas Hermanas de Congregación. Y no había querido opinar por miedo a perjudicarlas. Pero si todos tenemos miedo y nadie denuncia lo que ocurre, nos convertimos en cómplices de la barbarie y del atropello. Ya los diarios nacionales españoles han optado bastante por el silencio o la noticia sin compromiso. Pero el periodismo tiene la gran responsabilidad de denunciar las injusticias con la máxima veracidad y libertad de expresión.
Hablemos claro. Estamos ante una dictadura de izquierda, ¿acaso esas elecciones fueron normales y limpias? Pero no sólo eso, la democracia también supone libertad de expresión y en Venezuela estamos presenciando de los mayores atropellos contra las libertades y los derechos humanos. Es normal tantos muertos sólo por pensar distinto? Digámoslo claro: Ahí tu vida corre peligro si no piensas y actúas como el gobierno de Maduro. El pueblo pasa hambre, escasean todos los productos del mercado, y sólo se puede comprar con la tarjeta alimenticia cada 8 días y racionado (se hacen colas de 3 horas para comprar 2 kilos de arroz). No hay medicamentos, ni siquiera los más básicos como el acetominofén, pero ni siquiera para el corazón o para el cáncer.
Las bandas motorizadas (organizadas por el gobierno) están arrasando los barrios para evitar las movilizaciones de los ciudadanos. La gente no puede ni salir a misa en algunas zonas por estas bandas (me lo decía hace poco un amigo tuitero). Y que nadie se crea que todo esto es culpa del “imperialismo yankee” al que estos gobiernos tienen fácil de acusar. Hace poco uno de los estudiantes confesaba haber sido violado con un fusil por parte de uno de los militares.
Los líderes opositores están presos, el primero Leopoldo López, algunos alcaldes también. Y seguirá María Corina Machado que ya está perseguida. Incluso un sacerdote amigo mío en Twitter estuvo retenido y golpeado. El estado que vive la situación peor es el de Tachira, donde a ratos hasta les cortan la luz, el agua e internet. Pero en Venezuela nadie sabe nada, todos los medios han sido comprados por Maduro, echaron a NTN 24 que estaban transmitiendo en directo, y han estado a punto de cerrar la señal de CNN en español. No quieren que la gente esté informada de lo que está pasando. Sólo se debe conocer la versión “oficialista” que es muy distorsionada.
Pero lo peor es que España y Alemania están vendiéndoles armamentos. Mañana se espera la llegada de 80 toneladas de armamentos antimotines procedentes de Alemania. Un periodista venezolano, radicado en Madrid, que sí está informando desde su Facebook, es Noé Pernía. Leedlo y sabréis más. Este dolor no puede seguir silenciado.