"Doble bofetada al socialismo"
Hollande ha sido el siguiente. Se veía venir. Cada vez que ha intentado desarrollar alguna medida progresista se le han tirado a la yugular, llegando incluso a airear su vida privada.
Hollande ha sido el siguiente. Se veía venir. Cada vez que ha intentado desarrollar alguna medida progresista se le han tirado a la yugular, llegando incluso a airear su vida privada.
Hollande ha sido el siguiente. Se veía venir. Cada vez que ha intentado desarrollar alguna medida progresista se le han tirado a la yugular, llegando incluso a airear su vida privada y tratando de deslegitimarle por cuestiones que nada tienen que ver con su función en el gobierno francés.
Su victoria electoral le distanció en un millón de votos a su oponente, Sarcozy y ha llevado a cabo importantes avances en los derechos sociales de la ciudadanía francesa. Durante su legislatura se han garantizado los derechos de la población homosexual, lo que ocasionó revueltas en las calles y un desgaste incuestionable del Presidente que aumentó por el conflicto en Mali.
Las elecciones municipales recién celebradas han supuesto un bofetón para los socialistas. Hay quien dice que les ha faltado determinación, y otros piensan que se han pasado promoviendo medidas demasiado radicales. Sea como fuere, la decisión tomada nada más conocer los resultados ha sido reestructurar el gobierno. La controversia está servida al nombrar a Manuel Valls como primer ministro.
Sin duda, esta decisión muestra que Hollande ha apostado por la línea más liberal del partido socialista. Esa «tercera vía» que para los socialistas de izquierdas ha sido una de las principales razones de nuestra pérdida de legitimidad durante los últimos treinta años en Europa.
Al final los mercados van imponiendo a sus actores. Una doble derrota para los socialistas: los de carnet en las urnas, y los de verdad al vendernos de nuevo al capitalismo.