Juventud al poder
Qué alegría que para las elecciones europeas, algo relativamente nuevo, el PP haya elegido sangre fresca, a un jasp, joven aunque sobradamente preparado para encabezarlas… A Miguel Arias Cañete.
Qué alegría que para las elecciones europeas, algo relativamente nuevo, el PP haya elegido sangre fresca, a un jasp, joven aunque sobradamente preparado para encabezarlas… A Miguel Arias Cañete.
Qué alegría que para las elecciones europeas, algo relativamente nuevo, el PP haya elegido sangre fresca, a un jasp, joven aunque sobradamente preparado para encabezarlas… A Miguel Arias Cañete.
En España le tenemos miedo a lo nuevo, de ahí que no haya una película que no tenga como temática la guerra civil, un problema social o muchas tetas, yonkis y gays… O todo junto. Estamos tan apegados a nuestras tradiciones, que en Sevilla aún siguen bebiendo Cruzcampo. No me imagino a una abuela diciéndole a su nieta: «di que sí, cariño, que le den a formar una familia. Tú llega lejos en tu trabajo que es lo importante». Eso son cosas de otro siglo. Y otro país.
Lo nuevo nos asusta porque nos saca de nuestra zona de confort, pero a veces es necesario. Nos perdemos todo un mundo ahí fuera: los de iPhone se pierden android y viceversa; los heteros el sexo gay, los gays la aceptación social; los que adoran «50 sombras de Grey» nunca sabrán lo que es la literatura. Tenemos tanto miedo a innovar, que los innovadores se tienen que ir a investigar fuera. Lo que viene siendo la exportación de nuestro talento científico.
Por eso, no sólo voy a escribir este artículo; voy a aplicarlo. Haré de cada día una experiencia nueva. Recorreré zonas donde nunca estuve. Me atreveré a cambiar mi estilo de vida. Reconoceré que es momento de dejar paso a los jóvenes y que esos Jasp dominen mi día a día… Efectivamente, voy a echarme un novio de 23 años. Y que le jodan a los Arias Cañetes.