40 años, poco que conmemorar
Se celebran los 40 años del día de la Libertad en Portugal. Al final, es la fecha en que los mas viejos recuerdan sus conquistas y los mas jóvenes preguntan qué deberían hacer.
Se celebran los 40 años del día de la Libertad en Portugal. Al final, es la fecha en que los mas viejos recuerdan sus conquistas y los mas jóvenes preguntan qué deberían hacer.
Se celebran los 40 años del día de la Libertad en Portugal. La fecha es redonda y las conmemoraciones han ganado una importancia extra, no solamente porque hablamos de cuatro décadas de éxitos, fracasos e inercia, también porque ahora mismo Portugal enfrenta la mayor crisis económica de su historia democrática.???
Las conmemoraciones han venido de muchos sectores de la sociedad. Varios grupos de movimientos sociales han partido de diferentes puntos de Lisboa para reunirse en el Largo do Carmo, el principal escenario de la revolución de Abril, donde Marcelo Caetano (Presidente del Consejo del Estado Nuevo) se rindió. Una vez más, el evento acabó sin significado político o consecuencias. Quedó la animación de los manifestantes que han hecho la fiesta por la noche, como es normal cualquier día antes de una huelga.
Pudimos oír distintos discursos. Por un lado, Vasco Lourenço, revolucionario militar de Abril, que en el mismo Largo do Carmo ha dicho para miles de personas que “el Gobierno debería ser disuelto”, que Portugal “no puede ser sub-europeo” y que salir del Euro no puede ser un tabú. Todo esto fue aplaudido con entusiasmo, probablemente por no haber muchas oportunidades para oírlo en la tele o los periódicos.
En Asamblea de la República, casi al mismo tiempo, ha hablado Cavaco Silva. El Presidente de la República Portuguesa ha pedido “convergencia política y partidaria”. Es el discurso más repetido del presidente. Para Cavaco Silva, los partidos de la oposición deben crear pactos con el Gobierno para ayudar a cumplir el rescate de la troika y continuar con la austeridad en los países del sur de Europa.
He aquí el chantaje. Sin convergencia entre Gobierno y oposición, los mercados no se tranquilizan y el interés sobre la deuda se disparara de nuevo. En este punto estamos: 40 años de libertad, pero con una soberanía atrapada y un debate condicionado por los inversores de deuda pública. ??Aunque parezca difícil, ha sido este el discurso que el país compró. Primero en las urnas, con el voto, y después en las calles, cuando las fuerzas de izquerda (de los radicales a los moderados) no han conseguido unirse. Al final, esta es la fecha en que los mas viejos recuerdan sus conquistas y los mas jóvenes preguntan qué deberían hacer.