Cubanizar a Bolívar con una teta
Recuerdo el libro rojo tímidamente escondido en la biblioteca caraqueña de papá. Un título poco atractivo para una niña de seis años: Patología de Simón Bolívar.
Recuerdo el libro rojo tímidamente escondido en la biblioteca caraqueña de papá. Un título poco atractivo para una niña de seis años: Patología de Simón Bolívar.
Recuerdo el libro rojo tímidamente escondido en la biblioteca caraqueña de papá. Un título poco atractivo para una niña de seis años: “Patología de Simón Bolívar”. Al parecer este texto, que luego desapareció de la colección familiar, no iba acorde al endiosamiento que nos ha impuesto la sociedad venezolana para con el prócer. Esta adoración ha sido mucho más enfática en los tiempos de Hugo Chávez. No solo encontramos una Plaza Bolívar en cada pueblo del país, sino que la “revolución” tropical del comandante, ha bautizado todo lo que encuentra a su paso con el adjetivo de bolivariano.
Mi hermana sí pudo leer fragmentos de la “Patología del Libertador”. Allí sostenían, supongo que con buenas bases, que a la postre el poder embriagó a Simoncito. Mi padre solucionó la “filtración” del libro llevándonos de vacaciones a Santa Marta. Al propio San Pedro Alejandrino, donde Bolívar pasó sus últimos días. Papá quiso que viéramos de cerca el legado del héroe nacional y que olvidáramos las críticas que hacía el libro rojo al semi dios criollo.
Ahora en pleno 2014 no sólo el teniente coronel Chávez aparece como héroe en nuestra historia, sino resulta que debemos agradecer la leche materna cubana con la que supuestamente amamantaron a Bolívar. Sí, en los libros de texto para educar a nuestros niños, repentinamente apareció la figura de una cariñosa y regordeta nodriza cubana que ayudó con su teta a nuestra independencia. El deseo del gobierno venezolano es a como dé lugar vincularnos con Cuba y hacerlo desde la tierna infancia. ¿Qué carajos importa si durante dos o tres semanas una cargadora de la isla amamantó a Bolívar?
El sólo hecho de haber sido amamantado, por otra que no fuera su madre, solo deja entrever el origen burgués del personaje. Ello nada tiene que ver con lo que los ideólogos del régimen quieren venderle a los niños y al pueblo más ingenuo. ¿Será que quieren hacernos creer que “la teta” que tiene el gobierno de los hermanos Castro con Venezuela no es una novedad del chavismo? ¿En qué pierde el tiempo este disparatado gobierno? La respuesta es no solo en reprimir protestas, sino ahora en mitificar la relación Cuba-Venezuela con imbecilidades. Que Inés Mancebo, esposa de Fernando Miyares, un militar cubano, haya amamantado o no a Bolívar no tiene la más mínima importancia para nuestra historia y mucho menos para la crisis que atraviesa el país. El adoctrinamiento es perverso y cubanizar a Bolívar es tan descabellado como la fatal presidencia de Nicolás Maduro.