G-Life
Llegará un día en el que el coche sin conductor de Google nos llevará por las calles de Google Maps a la tienda que hemos visto en Google Street View sin necesidad de salir de casa porque lo estaremos viendo en nuestras Google Glass.
Llegará un día en el que el coche sin conductor de Google nos llevará por las calles de Google Maps a la tienda que hemos visto en Google Street View sin necesidad de salir de casa porque lo estaremos viendo en nuestras Google Glass.
Llegará un día en el que el coche sin conductor de Google nos llevará por las calles de Google Maps a la tienda que hemos visto en Google Street View sin necesidad de salir de casa porque lo estaremos viendo en nuestras Google Glass. Aunque también es probable que todo eso lo haga nuestro Google Being, una especie de yo clonado virtual que evitará la molesta sensación de verte físicamente enfrente de tu ovejita Dolly. A través del internet de las cosas, nuevos servicios G harán que nos sentemos correctamente en la silla para que no nos duela la espalda, que la nevera haga la compra directamente sin preguntarme si prefiero gazpacho o salmorejo, al tiempo que todo aquello que nos rodea enviará datos sobre nuestras acciones u omisiones, incluido el número de veces que practicamos sexo así como la posición, todo ello gracias al colchón equipado con software de reconocimiento de Kamasutra. Toda nuestra vida acabará pivotando en torno al punto G, con g de Google.
Supongo que mi ignorancia me ha llevado a dibujar más arriba un absurdo panorama totalmente alejado de nuestra futura realidad, producto de un miedo irracional a que Google (y unas pocas empresas más) acaben siendo los redactores de mi querido diario. Querido diario: hoy Javier se ha levantado a las 7:34 con sensación de cansancio, debido, según G-Mattress, a que su primer ciclo de sueño duró hora y cuarto, produciéndose una vigilia posterior… la G-Coffee informa de que se ha hecho dos cafés, en tanto que la G-Fridge no comunica ningún consumo de fruta… el cepillo G-Tooth le ha detectado una caries incipiente… se ha vestido con el traje azul seleccionado por G-Wardrobe teniendo en cuenta las previsiones de G-Weather… nuestro G-Car le ha llevado a la oficina, después de parar en siete semáforos y recorrer nueve kilómetros ochocientos metros… lo primero que ha leído ha sido The Objective… G-Matress informa que se ha acostado a las 23:57 Firmado: G-Diary. Pasaremos de vivir a tener una G-Life transparente.
Vivimos ya en un oligopolio de datos mundial al que no detienen ni fronteras ni legislaciones nacionales, frente al que el poder político poco puede hacer más allá de imponer algunas multas cuantiosas que pagan gustosos para que pensemos que alguien les pone límites.(Paranoia provocada por una semifinal de Champions, ustedes disculpen).
