Mirar la pelota
Me parece que fue Andrés Gimeno, comentando un partido de Arantxa Sánchez Vicario. La contrincante no dejó de coquetear con el público y hacer monaditas mientras Arantxa, absolutamente seria, hacía aquello para lo que había ido a la pista: jugar al tenis.
Me parece que fue Andrés Gimeno, comentando un partido de Arantxa Sánchez Vicario. La contrincante no dejó de coquetear con el público y hacer monaditas mientras Arantxa, absolutamente seria, hacía aquello para lo que había ido a la pista: jugar al tenis.
Me parece que fue Andrés Gimeno, comentando un partido de Arantxa Sánchez Vicario. La contrincante no dejó de coquetear con el público y hacer monaditas mientras Arantxa, absolutamente seria, hacía aquello para lo que había ido a la pista: jugar al tenis. Ganó, claro.
Andrés decía, hablando de «la mona»: «haz tonterías, pero aquí hay que mirar la pelota».
La foto me recuerda lo de Andrés. Djokovic mira hacia donde va a estar la pelota dentro de unos segundos, para que no le coja desprevenido.
Un amigo de mis hijos recuerda siempre el consejo. Es un hombre que viaja mucho y que, dice él, tiene tendencia a la dispersión. Pero se repite una vez y otra: «Nacho, no te distraigas. Hay que mirar la pelota».
Algunos le llaman concentración. En Aragón, «estar en lo que se celebra». Otros dicen que eso es el trabajo bien hecho.
Djokovic, simplemente, mira la pelota.