Nube gris sobre la Copa del Mundo
Parece que a esta Copa del Mundo la persigue una nube gris opacando la samba, las praias y el gran fútbol que prometía esta contienda hace unos meses. El descontento del pueblo es un realidad que vamos a vivir y sufrir todos los que estemos allá.
Parece que a esta Copa del Mundo la persigue una nube gris opacando la samba, las praias y el gran fútbol que prometía esta contienda hace unos meses. El descontento del pueblo es un realidad que vamos a vivir y sufrir todos los que estemos allá.
Seis cortos días son los que les quedan para que empiece el Mundial. El próximo jueves ya estaré en São Paulo lista para la inauguración de un campeonato que me tiene mas confundida que niño de primaria aprendiendo la tabla del 7. ¡Seis días señores! y dice Aldo Rebelo, ministro de Deportes de Brasil que no puede garantizar que todo esté listo para que empiece la fiesta. ¿Disculpe? Señor Rebelo, ¿cuántos años ha tenido para tenerlo listo? Parece que se les olvidó el Mundial y solo pensaron en los Juegos Olímpicos del 2016.
Hace un año estuve en Rio de Janeiro para la Copa Confederaciones y no entendía las manifestaciones. «¿Pero no se dan cuenta de la cantidad de ingresos y empleos que les está generando el Mundial?» Me preguntaba a mi misma y a mis amigos brasileños. Ahora si lo entiendo todo. Entiendo el sentimiento de ese pueblo que protesta día a día en las calles por el pésimo manejo de los fondos destinados a crear infraestructuras de máximo nivel para hospedar el torneo. Escucho barbaridades continuas sobre la situación de Brasil a tan solo seis días… Que no están listos los estadios, algo tan básico como los estadios. ¿Dónde piensan jugar si no están listos los estadios? Da igual que sean detalles, un Mundial amerita que todo esté perfecto, y ya están bastante tarde.
Para mi, Brasil 2014 es un sueño profesional para el que tengo cuatro años preparándome, pero estoy consciente que para muchos otros es una verdadera pesadilla. El descontento del pueblo es un realidad que vamos a vivir y sufrir todos los que estemos allá. En España siento que se habla de la situación socio-económica, la falta de organización y las manifestaciones en Brasil incluso más que del Mundial y el Fútbol en si. Seguro que muchos de los que están leyendo esto no tienen ni idea de donde se encuentra La Roja en este preciso momento, ¿verdad? Y es que parece que a esta Copa del Mundo la persigue una nube gris opacando la samba, las praias y el gran fútbol que prometía esta contienda hace unos meses. Hoy no lo veo tan claro.
A partir de la semana que viene les podré contar con más detalle lo que veo con mis propios ojos. Hoy por hoy tengo sentimientos encontrados, emoción de cubrir mi primer Mundial pero rabia de no sentir la energía de Mundiales anteriores. La expectativa no es la misma, no se siente esa vibra positiva que normalmente ronda el ambiente seis días antes de que ruede el balón. Ojalá me equivoque.