McDoctor
En los negocios triunfan los que ofrecen baja calidad, como la comida rápida o los muebles de serrín con un nombre pegadizo en élfico. Es por ello que el gobierno está aplicando esas geniales ideas para sacar adelante a este país, empezando por la sanidad.
En los negocios triunfan los que ofrecen baja calidad, como la comida rápida o los muebles de serrín con un nombre pegadizo en élfico. Es por ello que el gobierno está aplicando esas geniales ideas para sacar adelante a este país, empezando por la sanidad.
En los negocios triunfan los que ofrecen baja calidad, como la comida rápida o los muebles de serrín con un nombre pegadizo en élfico. Es por ello que el gobierno está aplicando esas geniales ideas para sacar adelante a este país, empezando por la sanidad. En breve iremos a urgencias en el coche y, desde una ventanilla, el doctor nos recetará una aspirina sin necesidad de comprobar más nada. O un poco de césped, si prospera la homeopatía. Si tenemos que ir a pedir cita, la cola es tan larga como la de McDonald un sábado noche pero con una diferencia, en el McDonald sí atienden a inmigrantes.
Los recortes son tales, que tardas menos en montar un piso con muebles del Ikea que conseguir que te den cama en un hospital. Cuando la consigues, tienes que ponerte las mantas y las sábanas y montártelo tú mismo, como en Ikea. O como en tu casa un sábado noche. Y para no contratar al personal necesario, van a poner en el suelo de los hospitales flechas amarillas como en el Ikea para que vayas tú mismo a hacerte las pruebas.
El gobierno también ha adoptado la gran idea del McDonald con la cual, por un módico precio, puedes completar tu menú. Así los padres que lo quieran, por sólo 300€, pueden vacunar a sus hijos contra el neumococo. No nos vayamos a creer que con lo que pagamos de impuestos está todo cubierto. Quien quiera caprichos que los pague.
El PP está bajando tanto la calidad en la sanidad que va a equipararla a la de su gobierno, con la salvedad de que en los hospitales públicos se cuida al ciudadano. Y ellos, como pasa en los puticlubs, se dedican a jodernos.