Schumacher despierta
Cinco meses y medio pueden ser una eternidad o un chispazo en la vida. Para la mayoría se bascula entre esas dos realidades, pero para muy pocos, como para Michael Schumacher, un enorme blanco desde el pasado 29 de diciembre.
Cinco meses y medio pueden ser una eternidad o un chispazo en la vida. Para la mayoría se bascula entre esas dos realidades, pero para muy pocos, como para Michael Schumacher, un enorme blanco desde el pasado 29 de diciembre.
Cinco meses y medio pueden ser una eternidad o un chispazo en la vida. Para la mayoría se bascula entre esas dos realidades, pero para muy pocos, como para Michael Schumacher, un enorme blanco desde el pasado 29 de diciembre. El siete veces campeón del mundo de F1, vuelve a la consciencia después de sufrir un accidente esquiando a 20km/h. ¡Las paradojas de las vida!
Resultar ileso de accidentes a más de 300 km/h y estar entre la vida y la muerte al golpearse con una piedra. El destino, escrito o no, señala a cada paso nuestro rumbo y, apenas nadie hubiera acertado con el de Schumacher.
La familia ha emitido un breve comunicado, informando que es trasladado a Lausanne y agradeciendo todo el apoyo recibido. El resto queda para la intimidad, asegurando una recuperación del piloto tranquila y sin acoso de medios. Mucho se ha especulado durante este tiempo sobre su salud, pocos saben con exactitud su estado. Difícil será detener las teorías sobre el mismo, su progreso, su rehabilitación… Lejos de entrar en esos detalles, me congratula saber que ha salido del coma; algunos pacientes que han pasado por lo mismo, sufriendo un traumatismo craneoencefálico grave, aseguran que su vida no volvió a ser la misma tras el coma.
La vida nunca es la misma, siempre muta y avanza como el tiempo aunque deseemos engancharnos a la sutilidad. Grandes dosis de amnesia puntual, somnolencia, desorientación y fatiga. Los primeros síntomas de un nuevo viaje, de un nuevo punto de partida al que Schumacher se enfrenta. Un hombre siempre dispuesto a vencer retos, la vida le ha dispuesto el más importante: ¡Recuperarse! Quizás los milagros existan más a menudo y, pronto, nos sorprenda al volante de su Ferrari compitiendo de nuevo en F1. Aunque ahora, mucho me temo que la carrera sea otra…