Schumacher siempre gana

Michael Schumacher despierta del coma. Es la noticia que todos queríamos escuchar. Esa que parecía que no iba llegar. Michael ha abierto los ojos y dicen que ha reconocido a su mujer, pero ahora son muchos los recuerdos que tendrá que ir ordenando en su cabeza.

Michael Schumacher despierta del coma. Es la noticia que todos queríamos escuchar. Esa que parecía que no iba llegar. Michael ha abierto los ojos y dicen que ha reconocido a su mujer, pero ahora son muchos los recuerdos que tendrá que ir ordenando en su cabeza.

Cuando alguien sale del coma no se despierta aletargado y poco a poco va recuperándose, no. Delante hay un proceso muy largo, que dura meses e, incluso, años. Un tiempo para volver a nacer, a aprender, a crecer. Y todo con las limitaciones que supone haber estado seis meses así. Dicen que si se pasan más de sesenta días en coma no pueden evitarse graves lesiones mentales y motoras. Parece que Michael no va a ser el mismo. Pero eso no importa. Ha superado la barrera más importante. Ahora será él quien lo dé todo conscientemente para ir mejorando.

Es muy duro ver cómo cualquier ser humano tiene que pasar por un proceso así. De dependencia, de inmovilidad, de dolor… pero Schumacher se ha caracterizado toda su vida por ser un campeón. En sus vitrinas, siete mundiales de Fórmula 1. Ahora se enfrenta a otra batalla. Una lucha encarnizada contra la estadística, contra las limitaciones… Dicen que no existen los milagros pero en la medicina aún queda mucho por descubrir, y los médicos lo saben. Quién le iba a decir a un chico que pasó 19 años en coma que despertaría y podría llevar una vida agradable dentro de la gravedad de las lesiones. Nadie. O a aquel que tras dos años en estado vegetativo logró recuperarse casi al 100%. Nadie.

Así que, Michael, lucha con todas tus fuerzas. Detrás de ti estamos muchos, todos, empujando. Poco a poco reventarás los cronos. Seguro que también ganarás esta vez.